jueves, 19 de enero de 2012

La libertad de expresión

   Hoy (viernes 19 de enero de 2012) navegando en Internet me encontré con que el acceso a algunas páginas me era imposible, me pareció raro pero imaginé que era algo anti SOPA, como estoy interesado en el tema averigüé y mediante el messenger un amigo me pasó un link a un artículo del diario El Pais en el que con un titular en el que le adjudicaban la responsabilidad a Antel pero luego en el artículo en sí no decían más que que habían llamado a atención al cliente a preguntar.
    Pero mediante el messenger un amigo chileno me dijo que él estaba teniendo el mismo problema y eso me llamó la atención, digo, el loco vive en Chile, no tiene Antel por lo que un error de Antel no debería causarle problemas a su conexión.
    Un comentario en el artículo de El País me redireccionó a un artículo en El Observador en el que tras consultar a Antel publican que “El operador internacional que vende los servicios de enlace internacional a ANTEL y a otras compañías de la región trabaja en la solución del problema, pero mientras, los usuarios se ven impedidos de acceder algunos portales del exterior.”
    Además, este amigo chileno me pasa un link al diario chileno La Nación  en el que amplían la información dada por El Observador confirmando que el problema no era de Antel.

    Ahora, no es la primera vez que el diario El País da información no contrastada y ni siquiera investigada en lo más mínimo, no es la primera vez que El País miente, no es la primera vez que El País redobla sus ataques a las empresas estatales o a la planificación gubernamental, tanto desde artículos nimios escritos y desarrollados por malos periodistas muy posiblemente mal pagos como (y mucho más importante) por sus editoriales y sus titulares. Quizás sea momento de dejarnos de politiquería correcta y no tolerar más este nefasto medio de prensa y aprovechar la volada para replantearnos toda nuestra política de medios que se ha mantenido sin cambios reales desde la dictadura y que de hecho con el actual presidente ha alcanzado un importantísimo nivel de diálogo con actores económicos y políticos que han demostrado voluntad exclusiva de mantener la actual estructura productiva y social.