jueves, 31 de enero de 2013

Sociología o la lógica académica del capitalismo tecnocrático


En la edición del 14 de diciembre de 2012, el semanario Brecha publica una entrevista de Salvador Neves a Felipe Arocena acerca de la discusión que se dio a partir de la ley de acción afirmativa (ver la nota acá), más allá del debate, que tomó ribetes de paupérrima parafernalia cuando se convirtió en dos horribles raps, y de la ley en sí, las palabras de Arocena me llevaron a pensar en otras cosas, en el multiculturalismo y la cuestión de clase, en el infantilismo de izquierda y el "adultismo" funcional, en la construcción del socialismo y la "cara humana del capitalismo" y sobre todo en esa porquería en la que los organismos internacionales, las universidades bien ranqueadas y el corporativismo académico han convertido a la Sociología.

La primer falla epistemológica en la que se está cayendo es en el uso de los eufemismos técnicos para hablar de los asuntos, sé que esto está ya bastante trillado pero me han hartado con decir "afrodescendientes"[1] en lugar de negros, "asentamientos" en vez de cantegriles (con toda la carga de ironía dialéctica que este término tenía) y "clase alta" en lugar de burguesía, dueños de los medios de producción o personificación del capital. Es que al parecer hay que evitar que las palabras tengan significado, llenémoslas de tecnicismo para que no signifiquen nada y podamos usarlas sin sentirnos mal. Pero esto lo entiendo, la tecnocratización del sociólogo que lo ha llevado tratar de entender la sociedad para mejorarla a administrar su desintegración del modo más estable es un fenómeno bastante más grande que Arocena y que la FCS a la cual él pertenece, exculpémoslo del pecado, por ahora.

Pero en un momento Arocena si cae en un error que le es propio, en la primer columna de la entrevista dice con total desparpajo que:
Estados Unidos es un ejemplo contundente de la movilidad social que estas políticas le dieron a los negros. Esto se ve claramente en la cantidad de afroestadounidenses que acceden a la universidad y la terminan, así como en el número de profesores negros que dictan clases en ellas.
Esta propuesta es de un grado de ridiculez que hasta da risa, parece que porque algunos negros acceden a la universidad o incluso a la presidencia del país todos los negros que si viven en la total exclusión social, relegados a los guetos y la delincuencia pudieran ser olvidados, como si el hecho que algunos negros logren bienestar o poder es una mejora en las condiciones de vida de su raza. Al parecer, si el secretario de estado de un criminal de guerra es una mujer negra entonces las cosas están marchando bien.
Esta inclusión selectiva en el marco del capitalismo (que es lo que a fin de cuenta son estas cuotificaciones) no es nueva, tal vez el caso más claro, y triste, sea el de Sudáfrica, donde cámaras empresariales popularizaron "una idea equivocadamente denominada ´empoderamiento económico negro´; equívoca porque hacía pensar en un mejoramiento socioeconómico de la población en general, cuando lo que buscaba era el enriquecimiento de la minoritaria clase capitalista negra"[2], mientras, y a la vista de todos, el apartheid racial demostró que en realidad era un apartheid económico ya que no importaba si había algunos negros millonarios (entre ellos algunos dirigentes históricos del ANC) mientras siguiera habiendo muchos negros que trabajen en condiciones muy parecidas a las anteriores a 1994 y sin la capacidad subjetiva ni objetiva de hacer una segunda revolución.

Recordemos que los negros llegan a América a para trabajar en las plantaciones, minas y algunos en trabajos de servidumbre, no llegaron porque culturalmente se les ocurrió, llegaron por un imperativo ontológico estructural, porque la colonia necesitaba mano de obra esclava que no podía encontrar en América (ya que los indígenas no soportaban algunos trabajos y se resistían a otros). Y no he visto en este Montevideo multicultural[3] un solo monumento al tremendo holocausto negro, será que hay que olvidar que los negros son descendientes de los esclavos que los padres de la patria trajeron a la fuerza.
Recordemos también que los esclavos son liberados porque era mejor negocio, no porque los blancos fueran muy buenos tipos sino porque ya a esa altura era más barato pagarle un salario de hambre que mantenerlo, porque el esclavo era un capital y como tal había que cuidarlo, había que asegurarse que esté bien alimentado y sano para que pueda trabajar. Pero si las condiciones de producción llevaron a que hubiera una masa de desempleados lo suficientemente grande como para que se forme un ejército industrial de reserva que haga más barato pagar salarios a la fuerza de trabajo libre que comprar y mantener esclavos, entonces es más negocio liberarlos. ¿O acaso Arocena cree que los industriales del norte eran más humanitarios que los terratenientes del sur? Las condiciones que ponía Lincoln a los inmigrantes irlandeses para ser aceptados (entre ellas ir a pelear una guerra que no era suya) es una muestra bastante clara de que no era justamente un humanista.

Otro momento interesante es cuando, respecto a las becas para la Universidad, Arocena dice que "debería pensarse establecer criterios afirmativos en el sistema de becas", es decir, Arocena propone quitarle las becas a los estudiantes pobres blancos para dárselas a otros estudiantes pobres pero negros, si esto no es el germen del fascismo no se qué será.

Más adelante, Arocena tiene una frase de una ingenuidad casi divina. "Lo único que el multiculturalismo intenta hacer es establecer ideas y marcos para que personas pertenecientes a distintas culturas puedan convivir, no apenas tolerarse, sino enriquecerse, integrarse, mezclarse." Hermoso plan de un multiculturalismo que parece una ONG, pareciera que el multiculturalismo es un programa explicito y no un fenómeno social que de hecho se da y al que se critica como fenómeno social y no como plan explícito, plan que a fin de cuentas no existe como tal más que en la cabeza de los tecnócratas bienpensantes de la gestión del "capitalismo de rostro humano".
El gran problema del multiculturalismo, y de ahí que la derecha histórica hable de su fracaso, es que ha demostrado no ser suficiente para generar una sociedad más justa, integrada y a fin de cuentas respetuosa. Todas las buenas intenciones de la socialdemocracia no fueron suficientes para lidiar con una situación que era más grande que ellos, los inmigrantes eran pobres y de países mayormente atrasados, no tenían mucha educación y para colmo llegaban a competir por los trabajos (siempre tan escasos) con el proletariado menos calificado, el más ignorante, el que históricamente ha sido el sustento de los nacionalismos, la xenofobia y la discriminación.
Sumémosle a esto que los inmigrantes suelen provenir de países pobres donde las condiciones laborales son muy malas y se establecen en países más prósperos donde los trabajadores han conquistado ciertos derechos a los que no parecen estar dispuestos a renunciar, y lo bien que hacen. Entonces, cuando el inmigrante, acostumbrado a trabajar en condiciones paupérrimas, acepta condiciones que los trabajadores autóctonos no aceptaría se da una doble segregación de hecho, por un lado los inmigrantes acceden mayoritariamente a peores trabajos (peor pagos y en peores condiciones) a la vez que el proletariado menos calificado primero y luego el proletariado a secas queda desempleado.
En este caldo de cultivo, no era de extrañar que, en una cultura de la monocausalidad, ante el menor tambaleo económico (que como sabemos primero afecta a la clase trabajadora), aquellos que perdieran el trabajo iban a responsabilizar a los trabajadores inmigrantes y por lo tanto iban a ser fácilmente cooptados por la xenofobia.
El éxito de la xenofobia es por lo tanto el fracaso del multiculturalismo, el fracaso de una idea que busca generar una sociedad más justa a través de la inclusión cultural y el éxito de otra que atribuye todos los problemas a esa inclusión, y no al revés.

Más tarde Arocena habla de Bolivia, al parecer las diferencias entre los indígenas se dan porque unos quieren hacer un país estructuralmente igual al de antes pero con más respeto por las tradiciones culturales indígenas y otros quieren formar un país aparte, una nación india libre de la influencia blanca, el hecho de que los indígenas del llano y los indígenas del alto tengan intereses económicos contrapuestos (como la construcción de la carretera que atravesaría el Parque Nacional Tipnis) no tiene nada qué ver.
También pareciera que el poder entrar a La Paz es la clara muestra de que ahora están mejor que antes, tal vez la renacionalización de los recursos naturales, la erradicación de la corrupción sistemática del estado y los planes de reforma agraria (con todas las críticas que le puedan caber) no son tan importantes en la dignificación de un proletariado mayoritariamente indígena.

Pero el momento más gracioso de la entrevista es cuando el señor Arocena habla de Slavoj Žižek adjudicando su crítica al multiculturalismo como "infantilismo de izquierda" y dejando bien clarito que "hay espacios para darle un rostro más humano al capitalismo". Festeja con alegría que las políticas sociales brasileñas hayan sacado a 40 millones de personas de la pobreza, pero yo me pregunto ¿qué va a pasar cuando el PT pierda las elecciones? ¿y cuando pierda el FA? Cuando los partidos progresistas pierdan las elecciones, cosa que, aunque le duela a la tecnocracia social, va a pasar tarde o temprano, esas políticas sociales desaparecerán o serán sustituidas por otras más al estilo neoliberal tales como las casas de plástico de los gobiernos colorados o los núcleos básicos evolutivos de Lacalle.
Y otra pregunta ¿qué va a pasar cuando se apague la maquinita de hacer plata de la exportación de granos y otros productos primarios? Sin importar quien esté en el gobierno, cuando se apague la maquinita las políticas sociales van a desaparecer o a reducirse sensiblemente, los consejos de salarios van a dejar de actuar a favor de los trabajadores para controlar una inflación que no importa (ups, esto ya está pasando) y se reducirá el gasto en educación, salud y muy posiblemente también en medio ambiente. Para muestra basta la caja de botones que es la socialdemocracia europea, sus partidos, tanto en el gobierno como en la oposición, han aceptado las rebajas del gasto en salud, educación y seguridad social como único recorte del gasto público, pagando religiosamente la deuda, manteniendo el gasto militar y aceptando desregulaciones de todos los mercados. Me parece que el detalle de que fuera el (aun) presidente de la Internacional Socialista quien terminó de hundir a Grecia en la miseria marca también el fracaso de ese proyecto al que Arocena se refiere con el nombre de "Capitalismo de rostro humano".
Discúlpeme Arocena, el capitalismo no tiene rostro humano, el capitalismo se basa necesariamente en la acumulación, mediante la explotación del hombre por el hombre, del capital y la subordinación del trabajo a este. Cuando hay un poco de plata se le pueden tirar unas monedas a los trabajadores para que no se revelen, cuando no, parece que basta con televisión y fútbol (eso que algunos llaman Aparatos Ideológicos del Estado y otros órganos de la Hegemonía), y si por las dudas alguno osa revelarse, siempre está listo el aparato represivo, estuvo ahí en la Grecia del PASOK, estuvo ahí en la Polonia de Walesa (el gran defensor de los derechos humanos que no dudó en reprimir a los trabajadores cuando se quejaron de los despidos masivos) y ha estado en la multicultural Bolivia de Evo.

Arocena remata su ensayo de respuesta a Žižek diciendo que "se puede ir cambiando la realidad sin cambiar "estructuralmente" el sistema. Proponer ese cambio "estructural" me suena como la república de Quillasuyo". Hagamos honor al académico y analicemos su enunciado como las dos oraciones que son.
Primero: la renuncia al cambio estructural es la renuncia a la posibilidad de emancipación, es la aceptación de la sumisión del trabajo al capital y por lo tanto la sumisión de los individuos (incluso los negros) a su lógica de acumulación. El capitalismo significó una superación estructural del régimen feudal y lo hizo porque era una forma de reproducción de la sociedad más eficiente para su época. Hoy día, el capitalismo está agotando sus viejas fuentes de capital a tal punto que ha llegado a mercantilizar al medio ambiente, su ansia de crecimiento ya no se da solo a expensas de los trabajadores del tercer mundo sino de todos los trabajadores del mundo y ha encontrado en la guerra y uno de sus más vitales empujes y mediante las industrias farmacéuticas y alimenticias (entre ellas las de transgénicos), ha convertido el hambre y la peste en lucrativos negocios. No hay máscara que le dé rostro humano a eso, solo los necios pueden encontrar una.
Segundo: al decir de este señor, la república de Quillasuyo es inviable por lo que el cambio estructural también lo sería, me gustaría analizar este tema en sus dos componentes, la crítica de Arocena al proyecto de una nación indígena y la inviabilidad del cambio estructural.
En la actual coyuntura, la pretensión de parte de un grupo social (sea cual sea) a tener su propia nación es perfectamente legítima[4], la comunidad internacional vela por la independencia de Kosovo o de Palestina (menos) y lo hizo por la de Bosnia Herzegovina y la de Timor Oriental por lo que desestimar el reclamo de otro grupo étnico de formar una nación propia a la vez que se aceptan reclamos semejantes es, en el mejor de los casos, racismo. Aunque lo que le choque a Arocena, en tanto representante de la hegemonía académica, es eso de "una sociedad sin mercado, no capitalista".
Arocena también habla de "prácticas de resolución de conflictos  reñidas con los derechos humanos", se refiere a métodos de castigo bastante usuales en varios lugares solo que con otras formas. Digamos que la pena de muerte sigue siendo totalmente legal en 103 países miembros de la comunidad internacional (la misma cantidad de países que la abolieron), 45 de los cuales la usan con asiduidad, entre ellos, ese país que para Arocena es un ejemplo del éxito de las políticas de cuota, y vaya que tiene razón, en Estados Unidos ha sido un éxito el multiculturalismo de la pena de muerte, ha de ser el único ámbito de toda la Unión donde los negros y latinos son considerados tan o más dignos que los blancos. Además, en varios países con los que Uruguay tiene buenas relaciones diplomáticas (Emiratos Árabes Unidos por ejemplo) se castiga con la muerte la homosexualidad, y no veo a Arocena calificando de inviable al paraíso posmoderno de Dubai.
Además, estas formas de resolución de conflictos son parte de esa cultura ancestral son más antiguas que nuestros bien blancos y burgueses derechos humanos[5] a los que Arocena pone por encima de las prácticas ancestrales de los indígenas, por lo que el señor Arocena estaría diciendo que si, que los indios ejerzan su derecho a practicar sus tradiciones, siempre y cuando no jodan a nuestras tradiciones, que son superiores.
Por otro lado, proponer la inviabilidad del cambio estructural no es sino proponer la inviabilidad de la especie humana (aunque tal vez "especie" sea, al igual que "raza", un término negativo para el bienpensantismo progre). El desarrollo reciente del capitalismo ha demostrado ser una de las mayores fuerzas destructivas del mundo, el cambio climático y todos los tipos de contaminación generados por el crecimiento industrial, las masacres generadas por las guerras por los recursos, el incentivo a estas guerras de parte de las industrias militares y los contratistas de las reconstrucciones, los genocidios generados para instaurar nuevas formas de capitalismo (desde las dictaduras latinoamericanas hasta las invasiones a Irak y Afganistán) y las hambrunas y pestes generadas por las industrias alimenticia y farmacéutica con sus patentes y negocios son mucho más poderosas que cualquier lluvia de meteoritos, ríos ensangrentados o nuevas eras glaciares. Digámoslo de una forma bien sencilla, si no hay un cambio estructural en el mediano plazo, la humanidad entera desaparecerá de la faz de la tierra, y con ella casi toda la vida en el mundo, aunque tal vez queden las cucarachas, mejor, ellas no discriminan.
Pero además, no sé si Arocena sabrá que Žižek es justamente oriundo de un país multicultural, donde convivían serbios ortodoxos, bosnios musulmanes, croatas católicos, eslovenos católicos, gitanos y varias etnias más. Y no solo él, todos los europeos viven en naciones multiétnicas, por más que le duela a la derecha.

Sobre el final, Arocena se despacha con una idea revolucionaria en lo que a historiografía latinoamericana se refiere, "El concepto de clase viene de allí (de Europa). En Europa fue un concepto muy importante, palpable. América Latina tuvo una historia completamente diferente." ¿Arocena no sale a la calle? ¿no ha visto las huelgas, las ocupaciones y las marchas en las que la clase obrera actualiza constantemente la legitimidad de su lucha? Pensemos que el conflicto armado en Colombia comenzó y sigue tratándose de un problema mayormente por la propiedad de la tierra, que el EZLN es, antes que nada, un grupo de izquierda marxista que lucha por un "mundo nuevo"[6] y que de hecho su primer acción fue en oposición a la entrada en vigencia del NAFTA, que la lucha del Sandinismo original (no esta porquería de Ortega), la lucha del MST y las guerrillas montoneras, tupamaras (más allá del fiasco en que esta se ha convertido al legalizarse) y maoístas no han sido sino luchas de clase. Tampoco debe olvidarse Arocena, que el único país de América donde realmente se logró reducir los problemas de raza a su menor dimensión (por no decir que se los hizo desaparecer) es Cuba, donde efectivamente se solucionaron (por más peros que se le puedan poner al proceso) exclusivamente los problemas de clase.
Y por si fuera poco, Arocena asegura que el Che no tuvo éxito en Bolivia porque allí el problema era la raza y que "no es casualidad que el movimiento indígena boliviano haya conquistado cuotas de poder cuando entró en sintonía con su propio lenguaje". Error, desconocimiento o lisa mentira, para que Evo lograra acumular una fuerza lo suficientemente importante como para llegar al gobierno lo que hizo fue unificar las causas, Evo entendió que en una simple gestión del capitalismo (ese "capitalismo de rostro humano" tan caro a Arocena) era incapaz de solucionar por sí mismo los problemas de raza pero que a su vez, que no lograría nada sin orientar su lucha a cuestiones de clase, no en vano su sector político se llama Movimiento Al Socialismo y entre sus reivindicaciones históricas se encuentran la nacionalización de los hidrocarburos y la reforma agraria.

Para terminar, me gustaría hacer una última reflexión acerca del multiculturalismo como racismo negado. El racismo, la xenofobia y el clasismo son problemas reales de nuestra sociedades, problemas muy grandes que no se quedan en el mero discurso sino que llegan hasta niveles materiales como la violenta agresión a Tania Ramírez o los múltiples casos de asesinatos e incendios de indigentes o inmigrantes en todo el mundo. Las políticas de resegregación (segregación dentro de la segregación) son clara muestra de ello y lejos de resolverlo no hacen sino tapar el problema, pero el problema es muy grande y la tapa que ponen es muy chica por lo que nuestra sociedad pretendidamente inclusiva y tolerante desborda racismo, clasismo y violencia en escala altísima, estas políticas lo único que logran es hacernos ver lo incapaces que hemos sido como sociedad para solucionar los problemas de segregación y odio al otro, incapacidad que también es propia de estas políticas. A fin de cuentas, "el derecho, cínicamente, parece siempre venir a confirmar que alguien ha sido desahuciado (por la vida, por la historia, por la economía, por la estructura social)"[7].


[1] Más allá de lo que digan las organizaciones sociales, la definición objetiva es la de negro o negroide, "afrodescendiente" sería otro término objetivo pero se referiría a otro grupo que incluiría a los negros y a los árabes del norte de África, el resto de los términos pueden obedecer a definiciones subjetivas pero con subjetividad lisa y llana no se cambia el mundo.
[2] Sipho Maseko citado por Hein Marais, Sudáfrica: Límites al cambio. La Economía Política de la Transformación.
[3] Multicultural solo en las instituciones progres como ministerios o servicios de la UdelaR, el resto de Montevideo sigue siendo una ciudad racista y clasista.
[4] Más allá de que algunos internacionalistas seguimos prefiriendo la unión de los trabajadores a la separación de los hombre
[5] Me gustaría recordarle al señor Arocena que los derechos humanos fueron negociados entre las potencias ganadoras de la segunda guerra mundial y que Stalin impuso que el asesinato sistemático de enemigos políticos no representara una violación a los derechos humano, también le recuerdo que el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica", pero casi ningún estado asegura el total ejercicio de esos derechos, incluso, mediante las desregulaciones y la aplicación de leyes de propiedad intelectual, los estados contemporáneos parecen estar decididos a romper con la universalidad de esos derechos. Solo se me ocurren unos pocos países que tratan de universalizar estos derechos, algunos países ricos europeos y otros pocos más, entre ellos Cuba.
[6] Según el propio Subcomandante Marcos.
[7] Sandino Núñez, "Entre cuerpos mínimos y cuerpos excesivos", disponible en http://sandinonunez.blogspot.com/2012/11/entre-cuerpos-minimos-y-cuerpos.html.

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