jueves, 25 de octubre de 2012

El proyecto político del Frente Amplio Según él mismo (1)

Hace más de un año publicaba una entrada llamada "El proyecto político del Frente Amplio" en la que discutía acerca de el verdadero caracter político del proyecto del Frente Amplio. En aquel momento lo hice porque el señor José Mujica (a quien entonces aun reconocía, aunque a regañadientes, como presidente) había acudido al parlamento a intentar convencer a los parlamentarios frenteamplistas de votar contra del proyecto que en ese entonces pretendía declarar la ley de caducidad como inaplicable y lo había hecho bajo el argumento de que defendía el mentado "proyecto político del Frente Amplio".
Hace poco el ex presidente Tabaré Vázquez volvió una vez más al ruedo político en un acto (creo que del Ps) otra vez defendiendo ese "proyecto político del Frente Amplio". Entonces recordé (me hicieron recordar en realidad) una serie de avisos que fueron parte de la campaña proselitista previa a las elecciones de 2009, estos avisos fueron avisos institucionales del FA y no de un sector en particular por lo que representan claramente (o deberían) las ideas del partido, podría decirse por lo tanto que esta campaña representa, al menos en parte, el "proyecto político del Frente Amplio".

Son varios avisos a partir de una misma idea que es "la vida real".

Caso 1: El frente es incapaz de darle una solución a los trabajadores de Metzen y Sena pero vos te podés reformar el baño.
 
El aviso dice textual:
Locutor hombre: Tu sueldo subió, y pudiste reformar el baño.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 2: El frente es incapaz de intervenir en defensa de los explotados trabajadores de los supermercados pero vos estás comprando cualquier porquería en el super.

Locutor hombre: Las cosas andan bien, y pudiste aflojar el control de los gastos.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 3: El frente permite los oligopolios en los frigoríficos que perjudican tanto a los pequeños productores como a los consumidores pero vos podés una vez por semana tirar al fuego un asado de tira con menos carne que antes.

Locutor hombre: Tus ingresos mejoraron, y se nota cada domingo.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 4: El frente es incapaz de asegurar una insersión laboral digna a los jóvenes con estudios pero vos podés, cada tanto, comerte una pizza y tomarte una cerveza a precio de monopolio

Locutor hombre: Conseguiste trabajo, y lo estás disfrutando.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Sobre este aviso quiero llamar la atención en una cosa, ese jóven que se está tomando una cerveza que tenga cuidado, porque su imagen está montada junto a un plano de Mujica conversando con Bonomi, seguramente están planificando la internación compulsiva si se llega a pasar de copas.

Caso 5: El frente es incapaz de darle a los adolescentes una educación de calidad o modelos a seguir que no sean deportistas ignorantes pero vos le podés hacer a tu hija un "potlach" innecesario para que ni vos ni ella se consideren menos por no hacer un gasto banal

Locutor hombre: Tus padres tienen trabajo, y al final pudo hacerse la fiesta.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 6: El frente es incapaz de desarrollar una buena política de infraestructura y transporte pero vos (y tal vez por eso) te podés comprar una moto para aumentar el parque de vehiculos que atestan las calles delas ciudades.

Locutor hombre: Ahora los dos tienen trabajo, y se pudo cambiar la moto.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 7: El frente es incapaz de controlar la inflación sin otra política que la ortodoxia monetarista de variar la tasa de interés de referencia pero vos podés ir a a una tienda que explota a sus empleados a compararte un buzo hecho por un niño de China o la India (y a eso le dicen vivir mejor).

Locutor hombre: Tu sueldo mejoró, y podés vivir un poco mejor.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 8: El frente es incapaz de desarrollar políticas alimentarias que solucionen los enormes problemas de miles de personas con problemas alimenticios pero vos te podés comprar helado.

Locutor hombre: Conseguiste trabajo, y andás más suelta.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.
Caso 9: La verdad que no entiendo la relación entre la suba de las jubilaciones (que a fin de cuenta la mayoría siguen sin llegar a la media canasta) y salir a pasear con el termo bajo el brazo.
 
Locutor hombre: Tu jubilación aumentó, y la estás pasando mejor.
Locutora mujer: Para eso gobernamos, para que vivas mejor.
Otro locutor hombre: Frente Amplio, un gobierno honrado, un país de primera.
Canción: Aprontá tu corazón.

Lo primero que me salta a la vista es que el país de primera ofrecido por ese "proyecto político del Frente Amplio" es un país de consumo en que lo que realmente importa es que gracias al gobierno la clase media o media baja tiene un poco más de plata para gastar en cosas que no siempre son realmente importantes.
Pero la cuestión es que eso es mentira, efectivamente ha subido el poder adquisitivo de la clase media, pero no por gracia del gobierno sino por condiciones objetivas externas tales como el aumento de la demanda de alimento en Asia y el uso creciente de granos para la fabricación de biocombustibles. De hecho el aumento de precios de los commodities (tanto agrícolas como minerales) ha hecho que aumente el poder de compra de las clases medias tanto en países con gobiernos progresistas (Argentina, Uruguay, Brasil) como en el Perú de Alan García o en Chile de Piñera.
Como segundo aspecto me llama la atención es que se presenta que vivir mejor es poder ir al supermercado, comprar ropa en una tienda o hacer una ridícula celebración en honor a una adolescente, ni cerca se plantea que vivir mejor es tener acceso real a educación y cultura de calidad, tener un sistema de salud basado en el usuario y no en los prestadores, tener un país donde los recursos naturales son protegidos en vez de vendideos al "precio miserable de la necesidad" o poder desempeñarse en una profesión digna en la que el individuo pueda desarrollarse íntegramente como persona. Claramente el vivir mejor del "proyecto político del Frente Amplio" no es un vivir mejor vitalista, intelectual o siquiera de bienestar sino simplemente un consumir más.

Pero lo más importante es que el "proyecto político del Frente Amplio" no es un proyecto de justicia social orientado a solucionar problemas estructurales, resolver las contradicciones intrínsecas del capitalismo, revertir los procesos de acumulación de capital o siquiera recuperar un cierto nivel de vida basado más en cuestiones culturales y de condiciones objetivas de vida que el Uruguay supo tener y que ha perdido sistemáticamente sino tan solo en propiciar (o capitalizar electoralmente) condiciones objetivas (cierta bonanza basada en el aumento de las exportaciones y la llegada del capital predador) y subjetivas (el aumento del crédito basura) que hagan que los uruguayos consuman más mercancías, la mayoría basura y en algunos casos con plata que ni siquiera tenemos.

Entonces, si como dice Tabaré Vázquez, existen en Uruguay dos proyectos políticos (el del Frente Amplio y el de la derecha), es necesario un tercer proyecto, un proyecto socialista y no esta mentira de la que estos avisos son solo su imágen mercantil pero que las gestiones han implantado yq ue a fín de cuentas no es tan diferente al anterior del que dice diferenciarse.

martes, 7 de agosto de 2012

La industria académica

"La tesis sociológica de que la pérdida de sostén en la religión objetiva, la disolución de los últimos residuos precapitalistas, la diferenciación técnica y social y el extremado especialismo han dado lugar a un caos cultural, se ve cotidianamente desmentida por los hechos. La civilización actual concede a todo un aire de semejanza."

De este modo da comienzo "La industria Cultural" el capítulo más controversial y célebre de la Dialéctica del iluminismo de Adorno y Horkheimer.
En este capítulo, los alemanes ponen en juego la industria del entretenimiento, la cultura y el espectaculo partiendo de la base de que, además de buscar un interés de lucro, las industrias culturales se constituyen como una de las formas más importantes de ideología (en sentido Marxista) en sustitución de las religiones y los propios estados nacionales.
Las críticas al artículo han sido varias, pero casi siempre centradas en aspectos secundarios, en que ataca a una película como El ciudadano Kane o en que critica el jazz (por más que se refieran al swing ya bastante comercializado en la época).

También se lo ha criticado adjudicándole una visión elitista crítica de los fenómenos culturales populares que, según la nueva tradición culturalista, son fuertes integradores sociales y son discursos contraculturales.
Pero una crítica más peligrosa subyace tras esta última. Enfocada en fortalecer la democracia liberal tras las dictaduras y con el gobierno como único horizonte, las nuevas izquierdas populares latinoamericanas (y la europea también) han sufrido esa "pérdida de sostén", no ya en una religión objetiva sino en una idea objetiva a la vez que su rama académica se ahoga en un "extremado especialismo", y no debería sorprendernos que también se inscriban en ese "aire de semejanza" general.
Por ello, florecen las antropologías del asado, los estudios culturales de las radios comunitarias y cientos de estudios de caso tan particularizados que son incapaces de hablar del mundo sino que solo hablan de sí mismos y de su rama de conocimiento cada vez más segmentada.

Y así, las Ciencias de la Comunicación, ese híbrido extraño donde todo parecía tener lugar, ha sido restringido por la derecha a los estudios propendientes a reforzar las industrias culturales (hoy llamadas creativas, como si fueramos tan idiotas como para no darnos cuenta) y los tecnonegocios y por la izquierda (se verá que este uso de las categorías izquierda y derecha solo obedece a una identificación vulgar y no a categorías políticas) al trabajo asistencialista, la gestión de planes estatales y el campo, no para cambiar la sociedad sino para que no se note tanto lo mal que anda.

Por eso, me gustaría cerrar la entrada repitiendo la frase del comienzo, quizás así la entendamos y pensemos más allá del ejemplo, el caso particular aislado, nuesta entrada en el mundo, y seamos capaces de entender que los fenómenos no se dan porque si, los problemas no son monocausales ni tienen soluciones particulares y sobre todo, que los discursos alternativos no destruyen el sistema sino que lo refuerzan.

"La tesis sociológica de que la pérdida de sostén en la religión objetiva, la disolución de los últimos residuos precapitalistas, la diferenciación técnica y social y el extremado especialismo han dado lugar a un caos cultural, se ve cotidianamente desmentida por los hechos. La civilización actual concede a todo un aire de semejanza."

miércoles, 4 de julio de 2012

Axiomas de incompletitud

Sociopolítica a propósito de Wall-e

Axioma I: El nuevo materialismo histórico (primer enmienda a Marx)
En el futuro previo al Apocalipsis sanitario propuesto por Andrew Stanton en esta película(1) finalmente el hombre ha dejado de lado la vieja dialéctica histórica marxista de explotación del hombre por el hombre e implantado una nueva estructura dialéctica de producción basada en el uso de las máquinas como exclusiva fuerza de trabajo, por supuesto que este uso no puede ser puesto en duda puesto que la máquina es una creación del hombre y además debido a que están programadas por él son controlables y a diferencia de los proletarios las máquinas no se sindicalizan. De este modo el hombre se emancipa del trabajo que había sido su emancipador de la simiedad(2) quizá evolucionando a una nueva raza emancipada de la laboralidad del homo sapiens u homo otium(3).
Entonces, mientras las máquinas producen por él, el nuevo hombre (muy lejano del hombre nuevo) se dedica a dos tareas, consumir y atender a quienes consumen, tal es la nueva dialéctica de clases de la era poslaboral, por lo tanto, con las máquinas como único factor productivo y sin relaciones de clase en las que intermediar el estado se convierte entonces en algo obsoleto y desaparece dejando su lugar a un mejor articulador, un articulador más competente en este nuevo sistema de clases: el enterprise(4).

Axioma II: Gea II o la redefinición del mundo por la profilaxis (segunda enmienda a Marx)
Al subir a la nave-arca los seres humanos (o al menos los más favorecidos) se inscriben en un nuevo ser-en-el-mundo, un ser-en-el-mundo ya no definido por el propio mundo sino definido por el mismo hombre, mundo cuyas funciones, debido a su carácter sintético, necesitan ser explicitadas y donde las máquinas son centinelas de esa explicitación. Pero al ser necesario explicitar todas las funciones de dicho mundo en un código cibernético este se convierte en ley universal e inviolable principio determinante de la máquina-centinela que por lo tanto sumirá al hombre en un sistema de profilaxis basado en el confort a partir de la tecnología de carácter inviolable.
De este modo en este arca-mundo la seguridad y supervivencia del hombre está bajo el resguardo de las máquinas y de su código inviolable de carácter cibernético, sin posibilidad de segunda interpretación sin metáfora, sin ideología, y es justamente este código sin ideología el que lleva a la máquina (al igual que a Viki en Yo Robot(5) de Alex Proyas) a pensar que el hombre no es lo suficientemente apto para cuidarse a sí y por eso toma la decisión de cuidarlo de él mismo, pero a diferencia de lo que sucede en la película de Proyas, aquí el sistema de profilaxis maquínico liderado por Auto (que recuerda tenebrosamente a Hal 9000 de 2001 Odisea del espacio(6) de Stanley Kubrick) utiliza un modo más sutil, con el ser humano embriagado de confort el sistema de seguridad-control solo debe proveerle de más confort y consumo para que no se percate de la sobredecodificación del centinela.

Axioma III: Sobre el control redundante o la legitimación por la tautología (apuntes a Lenin)
Por si el mecanismo de control por el confort no fuera suficiente el sistema de profilaxis maquínico desarrolla también un segundo mecanismo de control basado en la tautología, es decir en la demostración por la repetición y la autodemostración. Así la máquina-profilaxis media el mundo de confort en el que viven los pseudos-humanos siendo el único agente de interacción entre ellos y el consumo y entre ellos entre sí llevándolos a vincularse solo de manera virtual y mediada por pantallas, de esta forma no hay modo de poner en duda el sistema profilaxis-medio sin poner en duda la propia existencia y sin descreer del lazo social y de la existencia del otro.

Axioma IV: La naturaleza del lazo social (apuntes comparados a Marx y Lyotard)
Entonces cuando la torpeza de Wall-e desconecta las pantallas-mundo de dos de esos poshumanos estos quedan destecnologizados más no desmediatizados pues al desaparecer la pantalla se encuentran ante otro medio, el rostro y es solo allí cuando aparece el otro, el otro mediado por su propia rostridad(7), el otro que se une a nosotros solo en tanto que actor de la lucha contra la máquina, máquina que hasta dos minutos antes era todo el mundo, es decir, solo mediante la autidentificación con el otro a partir de su rostro-medio y la posterior autodefinición por la diferencia común con otro más otro es que se genera el lazo social, lazo social que por lo tanto es a la vez múltiple, compuesto por pliegues(8) por estar compuesto por individuos disímiles que se identifican uno con el otro por los elementos mediales y dual y conflictivo tal como lo ven los teóricos marxistas.

Teorema primordial: La forma de la unión (refutación a Parsons, vindicación a Marx)
Desde su nacimiento a manos de Auguste Comte el pensamiento funcionalista sistémico se ha basado en la premisa de que la sociedad es un todo unitario y solo puede funcionar como tal, a ese pensamiento Talcott Parsons le agrega la condición de sistema autorregulado llevando así el sistema de orgánico a cibernético, esta visión de la sociedad como sistema autorregulado de corte cibernético (que alcanzará su radicalidad más delirante a fines de los sesenta en la obra de Niklas Luhmann y se terminó convirtiendo en la actual comunicación organizacional teorizada sobre todo por los nuevos sociólogos enfervorizadamente capitalistas de Estados Unidos y Japón(9)) es lo que llevó a las sociedades occidentales primero al neoliberalismo hoy ya temporalmente agotado y en pleno capitalismo tardío a los sistemas de legitimación por la tautología y la posterior cesión de los derechos de defenderla a las máquinas(10), máquinas que son efectivamente sistemas autorregulados cibernéticos de primer orden(11) y que por lo tanto no tendrán posibilidad de interpretar los comandos sino solo de cumplirlos irrestrictamente, esto puede ser visto como bueno puesto que no habrá posibilidad de malas interpretaciones pero como bien nos han enseñado los últimos cien años de hermenéutica no existen tales malas interpretaciones y es solo mediante la interpretación que se desarrolla un criterio, criterio ideológico del que las máquinas (al menos las de matriz cibernéticas) están imposibilitadas y que sin él no pueden entender aquello que los juristas llaman erróneamente “el espíritu de la ley” y que más correctamente podríamos llamar el elemento vital, simbólico y socializador que solía haber tras de cada ley.
Tras estas consideraciones se debe tener en cuenta el paradigma opuesto al paradigma funcionalista sistémico que es justamente el paradigma marxista de la oposición, oposición de clases, órdenes o de una manera más abarcativa excluyentes y excluidos(12), este paradigma parte de la idea de la “lucha de clases”(13) como motor de la historia y del materialismo dialéctico según el que son las condiciones materiales de producción las que determinan las formas de socialización y desenvolvimiento de los grupos humanos(14), y son estos dos materialismos (histórico y dialéctico) los que llevan a la toma de conciencia de sí de los humanos viajeros-habitantes de la nave-prisión cuando casi sin querer se revelan contra el otro más otro que son las máquinas.

Corolario I: Sobre la necesidad de la hermenéutica (vindicación a Trotsky)
Una vez comprendidos los peligros que se esconden tras la codificación cibernética del lazo social aparece la necesidad del nervio hermenéutico capaz de generar en todo momento una operación ideológica y de criterio capaz de superar las barreras de la codificación, hermenéutica que debe ser puesta en juego de forma constante, permanente evitando así el riesgo de caer en la codificación dura y tautológica del confort. En esta película resulta paradójico que ese nervio hermenéutico lo haya desarrollado un robot, aunque ese robot lleva setecientos años de interacción con un mundo que le propone desafíos nuevos y que por lo tanto le exija respuestas nuevas que estaban fuera del campo previsto por su programación obligándolo así a trascender el código cibernético mientras que la humanidad ha sido consensuada con su entorno no exigiéndosele respuesta alguna y por tanto sumiéndolo en la redundancia del confort.

Corolario II: Crítica a la antropología posmoderna (nueva vindicación a Marx)
Si bien a pesar de cientos de años de iluminismo igualizante y como bien apuntan algunos de los principales nombres de la teoría posmoderna (Guattari, Baudrillard, Deleuze) subjetivamente el individuo se convierte en único e inabarcable las situaciones de stress ante las que el ser humano se encuentra lo llevan a desarrollar un impulso colectivizante (sea este revolucionario, conservador o de cualquier otro tipo(15)) que lo hace uno con el otro, y eso es justamente lo que sucede en la película cuando tras las dos primeras “liberaciones” y la “iluminación” del capitán de la nave-máquina el resto de los neohumanos son desmedializados (al menos de su medianidad tecnológica pues su rostro siempre está allí) toman conciencia de sí (sea por la semejanza con el segundo, diferencia con el tercero o tal como se propuso en el axioma IV por ambas razones) y forman así algo uniforme a lo que se podría llamar humanidad, es la vuelta de la masa que se había perdido y vuelve a ingresar en la historia luego de setecientos años de apartamentos y walkman.

Publicado en Tiempo de crítica. Número 13, páginas 6-9. Montevideo. Versión corregida del artículo inicialmente publicado en el blog en octubre de 2009.

Notas:

(1) Wall-e; Estados Unidos; 2008.
(2) Según Engels, Friedrich; El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre; Quinto sol; Lima; 2008.
(3) Otium por ocio.
(4) Resulta interesante constatar que la nave de Star Trek se llama empresa.
(5) I, Robot; Estados Unidos; 2004.
(6) 2001, A space odissey; Reino Unido; 1968.
(7) El término rostridad en tanto definición del uno representado mediante el rostro fue acuñado por Sloterdijk, Peter; Esferas I, Burbujas; Siruela; Madrid; 2003.
(8) Lyotard, Jean-François; La condición posmoderna; Cátedra; Madrid; 1987.
(9) Comunicación organizacional reformulada en Latinoamérica por una práctica comunitario-pedagógica que pretende ser un discurso de ayuda a los estratos “más bajos” (¿Cuál es el parangón de la bajeza?) y que intenta evangelizar a los “ajenos” a la sociedad integrándolos a una sociedad homogénea mediante el evangelio de la “comunicación”, espantoso discurso de la nueva “izquierda” Latinoamericana socialdemócrata (horrible heredera de los viejos partidos ideológicos hoy ya totalmente inscriptos en el juego burgués), izquierda socialdemócrata que contrariamente a hacer la revolución legitima el discurso integrador del capitalismo agregándole además un componente de violencia simbólica al suponer no solo que el otro necesita ser salvado sino que somos nosotros quienes debemos salvarlos y que es justamente nuestro evangelio comunicacional (informacional cibernético, nunca metafórico, nunca ideológico) aquel que los va a llevar al reino de la salvación.
(10) Esto no solo se da en las tres películas ya citadas (Wall-e, 2001, Odisea del espacio y Yo, Robot) sino también en Terminator II, The Matrix y unas cuantas más.
(11) De primer orden pues no se consideran a sí mismos parte del sistema al cual protegen.
(12) Esta oposición entre el funcionalismo sistémico y el materialismo dialéctico marxista fue destacada por primera vez en Berguer, Peter y Luckman, Thomas; La construcción social de la realidad; Amorrutu; Madrid; 1968 y luego retomada por Lyotard, Jean-François; Op. cit.
(13) Esta lucha puede ser de clases sociales, económicas, biológicas o incluso como en el caso de la lucha contra las máquinas de carácter ontológico.
(14) Idea que como se ve no está tan lejos del “determinismo tecnológico” de Mc Luhan planteado de diferentes maneras en dos de sus obras clave, Mc Luhan, Marshall y Fiore, Quentin; El medio es el masaje. Un inventario de efectos; Paidós; Buenos Aires; 1967 y McLuhan, Marshall; La galaxia Gutenberg; Aguilar; Madrid; 1972.
(15) Aunque quizás sean estos dos (el revolucionario y el conservador) los únicos dos impulsos colectivizantes.

martes, 1 de mayo de 2012

Trabajo muy duro



Feliz día de los trabajadores

jueves, 2 de febrero de 2012

(C)

Este embrollo acerca de la ley SOPA, la ley PIPA y todas esas me traen a la mente (una vez más) a Marshall McLuhan, quizás  el más brillante y certero crítico de los medios de comunicación.

La "autoría literaria" - en el sentido con que la conocemos hoy, como el esfuerzo intelectual individual relacionado con el libro como mercancía- era practicamente desconocida antes de la tecnología de la impresión. A los eruditos medievales no les interesaba la identidad de los "libros" que estudiaban. Por su parte, rara vez firmaban, ni aun lo que era inequivocamente suyo. Formaban una humilde organización de seguidores. Conseguir textos constituía a menudo una tarea muy aburrida y que insumía tiempo. Muhos textos breves eran trasladados a volúmenes de contenido heterogéneo, como los fragmentos de un árbol de recortes y, en ese pasaje a menudo se perdía la identidad de los autores.
La invención de la imprenta suprimió el anonimato, estimulando ideas de forma literaria y el hábito de considerar el esfuerzo intelectual como propiedad privada. Los rrefroductores reproductores mecánicos de un texto crearon un mismo público... un público lector. La naciente cultura orientada hacia el consumidor se ocupó de rótulos de autenticidad y protección contra el robo y la piratería. La idea de la propiedad literaria, del copyright -"el derecho exclusivo de reproducir, publicar y vender el contenido y a forma de una obra literaria o artística"- había nacido.
La xerografía -selector de cerebros que puede usar todo el mundo- anuncia los tiempos de la edición instantánea. Cualquiera puede ser escritor y editor. Tome unos cuantos libros sobre el tema y hágase un libro a su medida copiando simplemmente un capítulo de uno, un capítulo de otro... ¡un robo instantáneo!

Cuanto más entran en juego las nuevas tecnologías, menos y menos convencida está la gente del valor de la expresión individual. El trabajo en equipo sucede al esfuerzo privado.

Un recurso repetidor, repetidor.
 "        "               "                "
Un recurso repetidor, repetidor.
 "        "               "                "
Un recurso repetidor, repetidor.
 "        "               "                "

Tomadosin permiso alguno de una fotocopia de McLuhan, Marshall; El medio es el masaje; Paidós; Buenos Aires; 1969.

jueves, 19 de enero de 2012

La libertad de expresión

   Hoy (viernes 19 de enero de 2012) navegando en Internet me encontré con que el acceso a algunas páginas me era imposible, me pareció raro pero imaginé que era algo anti SOPA, como estoy interesado en el tema averigüé y mediante el messenger un amigo me pasó un link a un artículo del diario El Pais en el que con un titular en el que le adjudicaban la responsabilidad a Antel pero luego en el artículo en sí no decían más que que habían llamado a atención al cliente a preguntar.
    Pero mediante el messenger un amigo chileno me dijo que él estaba teniendo el mismo problema y eso me llamó la atención, digo, el loco vive en Chile, no tiene Antel por lo que un error de Antel no debería causarle problemas a su conexión.
    Un comentario en el artículo de El País me redireccionó a un artículo en El Observador en el que tras consultar a Antel publican que “El operador internacional que vende los servicios de enlace internacional a ANTEL y a otras compañías de la región trabaja en la solución del problema, pero mientras, los usuarios se ven impedidos de acceder algunos portales del exterior.”
    Además, este amigo chileno me pasa un link al diario chileno La Nación  en el que amplían la información dada por El Observador confirmando que el problema no era de Antel.

    Ahora, no es la primera vez que el diario El País da información no contrastada y ni siquiera investigada en lo más mínimo, no es la primera vez que El País miente, no es la primera vez que El País redobla sus ataques a las empresas estatales o a la planificación gubernamental, tanto desde artículos nimios escritos y desarrollados por malos periodistas muy posiblemente mal pagos como (y mucho más importante) por sus editoriales y sus titulares. Quizás sea momento de dejarnos de politiquería correcta y no tolerar más este nefasto medio de prensa y aprovechar la volada para replantearnos toda nuestra política de medios que se ha mantenido sin cambios reales desde la dictadura y que de hecho con el actual presidente ha alcanzado un importantísimo nivel de diálogo con actores económicos y políticos que han demostrado voluntad exclusiva de mantener la actual estructura productiva y social.

jueves, 25 de agosto de 2011

El proyecto político del Frente Amplio

Cuando en el marco de la discusión en torno a la ley interpretativa de la ley de impunidad, que la dejaba sin efecto, el presidente José Mujica acudió al parlamento a mitigar las voluntades parlamentarias de que la ley se apruebe se justificó diciendo que había que preocuparse por todos los derechos humanos, y que el mantenimiento del “proyecto político del Frente Amplio” sería la principal forma de preservarlos y que este sería tremendamente vulnerado en sus posibilidades electorales de cara a 2014 si se desoyen dos “pronunciamientos populares” como ocurriría de aprobarse esta ley interpretativa[1].

Más allá de la pertinencia de la presencia de Mujica en el parlamento con motivos claramente coercitivos, más allá de la validez de un “pronunciamiento popular”[2] para la discusión de temas jurídicamente superiores, más allá de lo cínico de la inmolación a nombre de su líder del abyecto Semproni, más allá de la falacia berreta de la llamada “teoría de los dos demonios”[3], más allá de la deleznable actitud y la soberbia de la cúpula tupamara que se cree la única perjudicada por los delitos militares de la dictadura mientras preserva sus delitos económicos e intenta ridiculizar a quienes se oponen a su criterio dispar de administrar los recursos que alterna sin criterios comprensibles entre el neocolonialismo y el control liviano de la tenencia de la tierra, más allá de todo esto, el objetivo de este artículo es analizar hasta qué punto existe ese proyecto político que Mujica dijo defender al indicar a los legisladores frenteamplistas renunciar a una de las pocas ideas que aun no han prostituido.

Proyecto político

La política no es (como cree la mayoría de la población y varios periodistas y polotólogos) la administración de los cargos de gobierno y en particular los electos, la política se encarga del poder y la toma de decisiones, su distribución, su posible localización (o no), su administración y sobre todo los conflictos que se generan en torno él. Y es que, a diferencia de lo que parece entender Mujica[4], el poder es algo que está bien lejos de las elecciones y el palacio legislativo, el poder (como bien dijo Foucault) se articula en los intersticios de las instituciones más que en su interior, allí donde se producen el lobby, el tráfico de influencias, las negociaciones, donde realmente se toman las decisiones. En este marco es que debemos plantear una posible delimitación de lo que es y lo que no es un proyecto político.

Si entendemos la política como disputa por espacios de poder y toma de decisiones queda evidente entonces que un proyecto político se trata de eso, de un replanteamiento de las estructuras sociales de poder, una búsqueda de la redistribución de la toma de decisiones, un intento por cambiar una forma social con un determinado relacionamiento de los individuos por otra. Y esto está muy lejos de aquello que Mujica pretende defender en su embate contra la bancada oficialista, el partido que lo llevó a la presidencia y las fuerzas sociales de izquierda.

El proyecto del Frente Amplio

Y es que el proyecto del Frente Amplio desde que asumió el gobierno es mucho más un proyecto administrativo que un proyecto político, proyecto administrativo en tanto que más que de la redistribución de las instancias de decisión y las estructuras formales y reales de poder se ha encargado de manejar la estructura que ya existe y lo ha hecho de un modo muy efectivo. A diferencia de lo que se podría decir de sus antecesores inmediatos (y no tanto) el proyecto administrativo del Frente ha demostrado ser muy efectivo y exitoso, se ha cambiado el funcionamiento de la administración central, se ha puesto a las empresas públicas a la cabeza del cambio productivo (primero ANCAP, luego ANTEL) y se ha buscado cierta redistribución más eficiente (en términos de satisfacción general) manteniendo los grandes privilegios de los grandes capitales pero agregando cierta solvencia mayor sobre todo a las clases medias y medias bajas que recuperaron parte del bienestar que habían perdido durante treinta años de neoliberalismo mal administrado.

Y es que hay algo que es cierto, en toda Latinoamérica y gran parte del mundo, los gobiernos de centro-izquierda nominal[5] han demostrado ser los mejores administradores del neoliberalismo al que han sabido matizar por políticas capilares de ayuda social y algunas concesiones a los sindicatos pero sin dejar de lado una férrea defensa a la estabilidad macroeconómica y las hoy llamadas “reglas del juego”[6] pero solo en algunos casos se han dado gobiernos que demuestren voluntad real por generar un cambio real y general que ponga en duda las viejas estructuras invisibles del poder local permeado por los intereses extranjeros.

El primer gobierno frenteamplista partió de una base difícil y en función de eso actuó intentando restablecer algunas de las condiciones anteriores a la desfragmentación[7], volvió a implantar los consejos de salarios, devolvió muchas de las garantías que se le habían quitado a los sindicatos e impuso algunas otras, implantó un nuevo sistema de salud que renovó el espíritu solidario del anterior y eliminó el impuesto a los sueldos sustituyéndolo por el más justo impuesto a la renta, todas medidas de corte progresista y no muy profundas pero al menos eran algo. Pero el gobierno encabezado por Mujica se encaminó (contrariamente a lo que los sectores mayoritarios del Frente Amplio y la opinión pública en general pensaban) por un camino totalmente diferente, se enfrentó fuertemente a los sindicatos estatales, fomentó profundamente el crecimiento económico basado en la extranjerización de la inversión[8], propuso un régimen de privatización de la infraestructura[9] e incluso firmó un contrato confidencial con uno de los principales conglomerados de inversionistas en el que les aseguraba no solo las exoneraciones propias de la zona franca[10] sino también la seguridad que ante cualquier cambio impositivo el grupo sería resarcido para que el régimen tributario no altere su régimen de beneficios. A esto también se debería sumar el affair Aratirí en el que mientras el gobierno frenteamplista defendía a ultranza al inversor (al menos en un primer momento) desde las corrientes neoliberales (Herrerismo) y fascistas light (Vamos Uruguay) defendían la soberanía nacional, apelaban a la responsabilidad ambiental e incluso sugerían la nacionalización del recurso. Y todo esto sin que la barra[11] emepepista deje de defender a su líder con cánticos casi futboleros y frases muy campechanas pero carentes de sentido político.

Como evidencia de la visión servilista del gobierno resalta el comentado problema en torno a unos arenales en la costa de Rocha que Mujica propuso vender para uso turístico de alta gama para que la población de la zona les trabaje el jardín o les atienda las necesidades y que (como es esperable debido a la pauperización conceptual de los grupos sociales no ideológicos[12]) fue criticado más por la idea de vender unos terrenos de potencial turístico (y allí coincidieron los pseudo-izquierdístas con Bordaberry) que por el problema real que se esconde no muy sutilmente tras las palabras de Mujica, la idea de que el progreso para el Uruguay se alcanza con la llegada de grandes capitales extranjeros que generen puestos de trabajo de jerarquía baja o media. Y esa visión se materializa en todas las concesiones dadas a los grandes capitales puntuales mientras se anuncian pequeñas subas impositivas a los grandes terratenientes[13] que vienen demorando mucho en su implementación efectiva[14] y que no resulta difícil ver en él una cortina de humo surgida en su momento para desviar la atención de los movimientos sociales que apoyaron al presidente en las internas (Partido Comunista, PIT-CNT, y varios otros sectores de izquierda) de su férrea defensa de la ley de caducidad y su triste participación en su preservación[15].

El presidente en paralaje

Un presidente que llegó al gobierno sin propuestas reales[16] difícilmente encabece un gobierno que genere cambios reales, muy por el contrario, solo es posible que siga la corriente mientras obedeciendo tanto impulsos personales como presiones de su entorno largue cada tanto alguna propuesta aislada que más que un cambio de características políticas no genera sino soluciones capilares de escaso o bajo impacto inmediato pero que no altere en lo más mínimo las relaciones de poder.

Igualmente no sería del todo exacto decir que la presidencia de Mujica no haya tenido cambios de características políticas, los hubo y fueron algo muy relevantes y llevados adelante por jerarcas muy cercanos a Mujica y que significaron marcha atrás en cambios que intentó realizar la presidencia de Tabaré Vázquez, estos fueron la relación con las fuerzas armadas con las que si bien hubo un intento de reformar algunas de sus instituciones (sobre todo la Escuela Militar cuyo estudio había empezado durante el gobierno de Vázquez) se les dio demasiada atención y algunas concesiones innecesarias y con la policía a la que se le devolvió gran parte del control de la seguridad ciudadana y que hizo que el gobierno reciba además de las irreflexivas críticas de la oposición que al no tener posibilidad de marcar agenda se acopla al discurso fascista de la derecha a nivel internacional críticas muy sensatas del propio Frente Amplio siendo las más relevantes las de dos responsables del ministerio del interior durante el gobierno de Vázquez, la ex ministra Daisy Tourné[17] y el ex viceministro Juan Faroppa pero no las únicas.

Ante este panorama resulta necesario para la izquierda ideológica (la única posible) hacer por un lado un paralaje de la presidencia de Mujica aislándola de factores externos al propio presidente tales como el entorno partidario, los compromisos y la necesidad de mantener el posicionamiento electoral con otras presidencias recientes, comparar la gestión impulsiva y conservadora a la vez de Mujica con el desarrollismo burgués moderado de Sanguinetti o el entreguismo generalizado de Lacalle y sobre todo con la desinteligencia caprichosa de Batlle Ibáñez (aun más sumiso al gran capital estadounidense que su padre, en las antípodas del pensamiento en estadista y estatista de su tío abuelo) con quien ha demostrado no solo afinidad personal sino una misma incapacidad para asumir responsabilidades a largo plazo siendo lo más preocupante que Batlle ha demostrado mucha más coherencia en su vida que la que Mujica ha demostrado en su año y pico de presidencia.

Pero el principal desafío que esto presenta para la izquierda es la autocrítica necesaria ante la decisión de grupos de tendencia marxista de apoyar a un presidente abiertamente antiintelectual, de origen blanco, sin un claro perfil ideológico, que recuerda claramente al agente de la CIA Benito Nardone (Chicotazo) y que cuenta entre su gran apoyo con ex pachequistas, pero más que nada la izquierda ideológica debería replantearse hasta qué punto es necesario que los dirigentes de izquierda tengan más apoyo de los sectores populares ignorantes que una formación intelectual clara, hasta qué punto debemos permitir el crecimiento de gente como Mujica y dejar caer al ostracismo a gente como Guillermo Chifflet.

[1] Al respecto de la posible pérdida habría que tener cuidado con un llamado de atención que hace el economista de izquierda Jorge Notaro que anuncia que tal como le pasó a la Concertación en Chile, el proceso de aggiornamiento a los intereses del gran capital de los gobiernos de centro-izquierda puede ayudar inicialmente al triunfo electoral pero con el tiempo lleva a la pérdida de compromiso no solo de las bases sociales sino sobre todo de la clase media que ante lo moderado del discurso izquierdista y ante la incapacidad (que más bien es falta de voluntad) de generar un cambio real se vuelca hacia las derechas más radicales que si proponen un giro contundente hacia el neoliberalismo y que podría concretarse en la pérdida de la mayoría parlamentaria del Frene Amplio en 2014 y el triunfo de la derecha (posiblemente de Pedro Bordaberry aunque personalmente no descartaría el ascenso de algún líder blanco proveniente del Herrerismo) en 2019, “Comentarios frente al precipicio” en Brecha; edición 1340; 29 de julio de 2011, Montevideo.

[2] “Pronunciamiento popular” como brillante y siniestro eufemismo para la supuesta expresión de voluntad en un plebiscito obligatorio en la democracia burguesa mass-mediática.

[3] Otra vez, como con lo de agrandar la torta para después repartirla, el gobierno progresista se acopla a la lógica infame de Sanguinetti.

[4] Muy diferente era el caso de Tabaré Vázquez quien fue bien consciente que el poder y el gobierno no eran la misma cosa y así lo explicitaba cuando en los primeros años de su presidencia repitió varias veces tener el gobierno pero no el poder sugiriendo que el poder se encontraba más en otras instancias, claro que Vázquez no era consciente de la complejidad del concepto pero se daba cuenta que los medios de comunicación, las cámaras empresariales, el marketing y varias otras instancias eran fuertes nodos de poder.

[5] Solamente nominal y esto es, como apunta Notaro, un problema para ellos mismos y las sociedades que se analizará en otro momento.

[6] ¿De qué juego? Sin duda no se refieren a un juego al estilo Wittgestein, orientado a una acción social y basada en un constante acuerdo, sino más bien a un juego al estilo de la teoría de juegos (tan usada por la ciencia política y la economía neoclásica) donde se buscan beneficios concretos no siempre cooperativos.

[7] Desfragmentación que erróneamente se fijó en los 90 pero que viene de mediados de los cincuenta cuando en parte el segundo Batllismo (el de Batlle Berres) pero más aun los colegiados blancos fueron eliminando las garantías económicas y sociales que el primer Batllismo (el de Batlle y Ordoñez) había impuesto con un criterio totalmente Keynesiano (unos años antes de que los propusiera el propio Keynes), luego, la dictadura comenzó con el programa “dictado” por el consenso de Washington que los 90 tan solo llevaron al paso siguiente.

[8] La extranjerización de la tierra es un proceso que empezó antes de este gobierno y en particular se destaca el importante punto de inflexión que se dio durante la gestión de Mujica al frente del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) pero la extranjerización de la inversión fue un fenómenos que, aun estando presente antes, creció de un modo más radical durante el gobierno de Mujica.

[9] Pues no son otra cosa las Participaciones Público Privadas (PPP) mediante las cuales el gobierno cederá parte de la gestión de los servicios a los privados asociados.

[10] Que ya es bastante concesión.

[11] Se comportan efectivamente como una barra y no como un grupo político ideológico.

[12] Grupos no marxistas, más vinculados a la educación que a los sindicatos, en muchos casos de tendencia entre anarquista verde y neo-hippie, defensores de la legalización de la marihuana como máxima voluntad libertaria.

[13] Aunque se ha dado enormes privilegios a los dos más grandes productores de madera para celulosa.

[14] Al parecer esto se debe a los inconvenientes que esto generaría en relación al contrato confidencial con Montes del Plata, contrato firmado por el secretario de presidencia Alberto Brescia por lo que es evidente que el presidente sabía del mismo. Esto da a pensar en que la propuesta del presidente de la suba impositiva a las grandes extensiones de tierra fue más un bolazo para salir del mal momento generado en torno a la ley interpretativa de la ley de caducidad que una propuesta legítima.

[15] De hecho debido a las medidas tomadas en beneficio a las grandes inversionistas (todas de capitales internacionales) este impuesto se aplicaría casi exclusivamente a los terratenientes nacionales y no exclusivamente a los más grandes que son los que luego posibilitan el valor agregado de las materias primas que se producen en el campo de modo que solo esta medida de carácter exclusivamente demagógica resultaría incluso perjudicial para la propuesta de Mujica al inicio de su gobierno de orientar el país hacia lo que llamó la “agrointeligencia”, es decir, la incorporación de valor agregado de carácter tecnológico en el territorio nacional para evitar la producción exclusiva de commodities.

[16] Se puede decir que más allá de algunas cuestiones concretas la única razón por la que Mujica logró resaltar entre los militantes de izquierda es su imagen desprolija y el lenguaje entre campechano y malhablado al que cada tanto adorna con algún aforismo o frase demagógica.

[17] Que fue relevada de su cargo no por incapacidad o mala gestión (que no resulta muy serio decir que las hubo) sino por un estilo de comunicación más informal, cosa que se le perdona al presidente Mujica e incluso al ex presidente Batlle pero no a ella.


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