lunes, 23 de marzo de 2020

Algunos posibles aprendizajes de la crisis sanitario-económica

Hace unos días (el 10 de marzo), el economista serbio radicado en USA Branko Milanović (uno de los principales referentes en desigualdad y pobreza pero además un economista de referencia en general) twitteó "si crees en el decrecimiento, este es tu momento" ("If you believe in degrowth, this is your moment") [1]. Milanović no es uno de los partidarios de siempre del decrecimiento [2] aunque sí es muy crítico con las lógicas de evaluación y los indicadores de siempre y con el quasi-consenso académico en torno a la evaluación de la economía.
Pero realmente el actual nivel de desactivación de los aparatos productivos del mundo da una oportunidad para repensar el crecimiento económico, evaluar hasta qué punto es deseable siempre estar creciendo, hasta qué punto el aumento constante del consumo, de la inversión y de la circulación de capital es algo positivo y si, tal como proponen los partidarios del decrecimiento, no sería preferible reducir la contaminación ambiental y mejorar las condiciones de vida de las personas antes de preocuparse por el crecimiento económico.
Además de los impactos ambientales, un decrecimiento planificado posterior a esta crisis sanitaria también tendría consecuencias estructurales interesantes como desacelerar los ciclos de circulación de mercancías (con el consiguiente beneficio verde de la reducción de los desechos no-orgánicos) y menos demanda de combustibles fósiles (y menos contaminación en su extracción) y orgánicos (menos producción de soja traería menos uso de agrotóxicos y menos desgaste de la tierra, y posiblemente disminuiría el precio de los alimentos en Latinoamérica y por arrastre en el mundo). Además, perjudiaría a sectores parasitarios (que absorben capital y aumentan costos sin agregar valor de uso) como el marketing y las finanzas con lo que tendría un efecto colateral de desestímulo de esos sectores.

El mes pasado, el recontra-conocido economista Joseph Stiglitz repitió lo que viene diciendo hace años, que el PBI no es un buen indicador de lo bien que va una economía. "El PIB no aclara cómo se reparten las ganancias del crecimiento. Si todo el dinero le corresponde al 1% o a una décima parte del 1% no es una buena sociedad, no es una economía con buenos resultados (…) Lo malo del PIB es que no especifica si el crecimiento es sostenible. Hemos visto que el crecimiento de Estados Unidos en 2007 se veía bien, pero no era sostenible. Y el crecimiento que vemos ahora en Estados Unidos no es ambientalmente sostenible", dijo [3].
El comentario de Stiglitz puede dividirse en dos partes:
1) El PBI no evalúa si una economía reparte eficientemente los recursos, si bien en ese fragmento solo se enfoca en la desigualdad de ingresos de las personas, también puede decirse lo mismo sobre los sectores económicos. En Estados Unidos, por ejemplo, una parte gigante del PBI va a las finanzas, un sector mayormente improductivo, otra parte enorme va a intermediarios de servicios como las aseguradoras, las firmas legales, los seguros de salud, etc. De esta manera, una economía en la que los recursos que deberían estar destinados a sectores productivos (de mercancías, impuestos y empleos) son absorbidos por sectores parasitarios como Estados Unidos, paraísos fiscales como Islas Caimán y Luxemburgo o impositivos como Irlanda, países con altos niveles de contaminación como Singapur y países donde existe miseria extrema y los trabajadores no tienen ningún derecho como Qatar tienen un PBI per capita más alto que países con economías mayormente productivas y con buenos niveles de vida como Alemania, Holanda, Suecia o Finlandia [4]. Entonces, al utilizar un indicador como este, la academia, los gobiernos, los medios y las organizaciones internacionales ¿no están señalando que los países más deseables son los que hacen cosas mal y no los que funcionan mejor?
2) El PBI evalúa la economía en un solo momento, lo cual incentiva a los gobiernos a tomar decisiones que afecten el PBI de forma intensiva (atraer inversiones directas, por ejemplo) en vez de fomentar políticas de cambio productivo estructural que mantengan la producción, el empleo y la recaudación en el largo plazo. Un ejemplo clarísimo de ello es el interés de los gobiernos uruguayos de los últimos 30 años de atraer grandes proyectos puntuales que inyectarían mucha plata en el corto plazo (por ejemplo los grandes proyectos extractivos) o en el fomento de exportaciones primarias (por ejemplo el crecimiento de la producción de granos) en vez de fomentar políticas productivas generales. No importa si eso afecta el ecosistema, si genera mucha dependencia de un producto en particular Los indicadores no son la realidad, son una forma de evaluarla que está construida siguiendo criterios metodológicos y teóricos pero a veces también intereses. Los mejores indicadores, aquellos que están mejor diseñados y mejor medidos, son muy buenos para medir algunas cosas pero en general no sirven para medir otras, es decir, sirven para lo que sirven pero no sirven para lo que no sirven. Y cuando se plantea que un indicador sirve como medición general lo que se está haciendo es una generalización peligrosa, no solo porque nos llevará a medir mal y tener una comprensión equivocada del problema sino también porque muchos de estos indicadores son tomados en cuenta por los gobernantes a la hora de tomar decisiones importantes. Entonces, un indicador como el PBI (que mide cuestiones relacionadas solo a la circulación de capital) sería útil para algunas cosas, pero no parecería ser útil para medir bienestar, estructura productiva ni estabilidad económica.
En cierta medida las teorías del decrecimiento están en línea con el planteo de Stiglitz, si el PBI no es un buen indicador para medir qué tan bien le va a una economía el crecimiento del PBI no sería necesariamente deseable. Entonces, una situación como la actual, en la que la economía está siendo forzada a contraerse, no es lo que desearía un partidario del decrecimiento ya que la contracción no está siendo planificada para mejorar la relación con el ambiente ni las condiciones de vida de las personas (de hecho hay mucha gente enriqueciéndose con la crisis y la mayoría de los trabajadores y pequeños comerciantes están viéndose muy perjudicados), pero sí muestra que una reducción de la actividad industrial en China puede reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y que una reducción del consumo (y el subsiguiente desecho) es posible sin que nuestras vidas cotidianas sean las de un cavernícola. También ha mostrados la importancia de los sistemas de salud centralizados, bien organizados, con recursos y basados en el interés público (el caso de Alemania es claro al respecto), que es necesario prestar atención a la comunidad científica (aunque siempre hay alguno que busca conspiraciones o algún idiota que señala a la comunidad científica como un poderoso agente de control internacional) y que los estados pueden hacerse cargo de los problemas de las personas sin ser dictatoriales y autoritarios (otra vez Alemania parece un buen ejemplo, pero también Francia ha destacado en esto e incluso Argentina [5]).
Y por si esto fuera poco, una de las principales sorpresas vino nada menos que de el gobierno de Estados Unidos. Entre las tradicionales medidas de recortes de impuestos a las empresas, se está gestando un acuerdo bipartidario para darle a todos los ciudadanos adultos una cantidad básica de dinero [6] que, además de ayudar a quienes pierdan su trabajo o vean mermados sus ingresos, inyectará algo de dinero directamente en el mercado al menudeo, el más perjudicado y el que genera más empleo y recaudación. De esta forma, un gobierno de extrema derecha económica (al menos en la política económica interna) está proponiendo algo que el año pasado, cuando fue propuesto por Andrew Yang como un elemento central de su plataforma [7], todo el sistema político despreció: una renta universal que vendría a proteger a los trabajadores de la inestabilidad económica.
En este caso el dinero otorgado a los ciudadanos sale de reservas y deuda y es por una inestabilidad puntual generada por el coronavirus, pero ¿no es una fuente de inestabilidad enorme la permanente la creciente desindustrialización de las sociedades occidentales? La propuesta de Yang aislada puede ser solo una faceta progresista de la ideología de California, una forma en que los millonarios tecnoentusiastas como Bill Gates, Jack Ma, Elon Musk y el propio Yang intentan proponer una solución a problemas que está generando el sistema económico pero sin resolver el sistema económico que genera los problemas, pero la sola propuesta ya evidencia que hay un problema: el desarrollo tecnológico y la tecnificación del trabajo sin la adecuada planificación generarían desempleo y exclusión social.
El breve período de decrecimiento forzado en que estamos ahora obliga a pensar en soluciones momentáneas como algunas de las que se están tomando ahora, pero también podemos usarlo como excusa para pensar en soluciones permanentes a algunos de los problemas más importantes que afrontamos: la crisis ambiental, la sobreproducción, el desarrollo desigual (y combinado), la precariedad laboral.

Vemos entonces que el decrecimiento puede pensarse en clave verde pero también en clave azul, es decir, relacionada al trabajo industrial y manufacturero. Reducir cuantitativamente la producción industrial no solo permitiría reducir drásticamente las emisiones contaminantes sino también reducir la jornada laboral y aumentar el bienestar de los trabajadores. Además, permitiría pensar en formas en las que la automatización no signifique la pérdida de calidad de vida de las personas como consecuencia del desempleo sino una oportunidad para trabajar menos horas sin que esto signifique pobreza y exclusión. De hecho, algunos de los países que en general tienen mejor calidad de vida como Alemania, Suecia y Noruega [8], son algunos de los países donde la automatización industrial (entre otros factores [9]) ha permitido una reducción importante de la jornada laboral [10].
La crisis de manufacturas en occidente que comenzó a fines de los ochenta fue afrontada de diferentes maneras. Mientras Europa noroccidental afrontó la situación con una fuerte planificación (no solo estatal, tuvieron un rol muy importante los trabajadores, la academia y la empresas) y fomentó la tecnificación de la industrial, políticas de protección del trabajo y reducción de la jornada laboral, Estados Unidos y, más tarde, el Reino Unido, Italia y España entraron en una política de contracción fiscal con expansión monetaria con el objetivo de fomentar la inversión privada sin direccionarla, expansión monetaria que en general no fue a inversión productiva sino a las finanzas (en lo que Nick Srnicek llamó, no sin cierta ironía, Keynesianismo financiero [11]). El resultado de estas políticas salta a la vista, mientras países como Alemania, Suecia y Holanda mantienen estados de bienestar estables, desempleo muy bajo, buenas remuneraciones y acceso universal a servicios esenciales como la salud y la educación de calidad [12], Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y España están empantanados en ciclos de austeridad, reducción de impuestos y baja de tasas de interés que solo logran inyectar dinero a las finanzas y, en el mejor de los casos, a los bienes raíces predatorios, mientras la salud, la educación y el transporte son cadas vez peores o, cuando son privados, más caros [13].
El modelo de europa noroccidental no es un modelo de decrecimiento, de hecho los PBI de estos países crecen de modo más o menos estable a pesar de la enorme incertidumbre global [14], pero si es un ejemplo de crecimiento basado en una tecnificación planificada y en la socialización de los beneficios económicos de tal tecnificación. En cierta medida, lo que hacen estos países muestra como se puede pensar la economía y la política de un modo diferente, no es necesariamente el camino que deban tomar todos los países, pero sí una referencia respecto hacia dónde orientar las políticas de desarrollo.

En una conferencia de 2014, Nick Srnicek (a esta altura el lector notará que me gusta su trabajo) planteó que, contra los experimentos industriales moscovita y chino y los experimentos preindustriales del tercer mundo pero también contra el romanticismo laboralista de gran parte de la izquierda, el poscapitalismo será posindustrial. Las experiencias del llamado “socialismo real" no abandonaron el imperativo del crecimiento si no todo lo contrario: los soviéticos y sus satélites y también China impusieron una industrialización acelerada y fuertemente planificada orientada a la productividad a cualquier costo, con la consiguiente contaminación y reducción del trabajador a un mero instrumento para la producción; por su parte, los intentos de superación del capitalismo en el tercer mundo no superaron la fase de desarrollo del extractivismo, Cuba se convirtió en proveedor de azúcar de la URSS, Venezuela nunca superó la dependencia del petróleo, y su imaginario nunca dejó de ser el de una industrialización al estilo soviético. Así, estos modelos no solo no superaron el capitalismo si no que no lograron siquiera proponer una vida, una sociedad o siquiera una economía diferente.
Evidentemente el brote de coronavirus tiene sus consecuencias sanitarias y sociales, pero también presenta algunas cosas inesperadas que nos invitan a pensar. La detención casi total de las economías y el rol activo del estado y algunos actores privados y sociales para afrontar las consecuencias de esta detención (en algunos casos ocurriendo lo impensado), nos muestran que las economías pueden enlentecer, que hay vida más allá del productivismo y que el cambio tecnológico no tiene por que ser una fuente de inestabilidad para los trabajadores, sino una fuente de libertad, que la tecnología puede contribuir a reducir el tiempo de trabajo requerido para producir los recursos necesarios y que eso no ha sucedido porque se ha preferido que la riqueza generada por la tecnificación no sea socializada.

Notas
[1] Link.
[2] Se podría decir, siguiendo a Serge Latouche, uno de los principales ideólogos del decrecimiento, que más que decrecimiento se podría decir “acrecimiento", porque no es que estén contra el crecimiento sino que no lo ven como lo más importante y como un objetivo en sí mismo.
[3] Entrevista con France 24. Pero lo mismo dijo, por ejemplo, en una columna de 2019 (a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/nov/24/metrics-gdp-economic-performance-social-progress">The Guardian) y en otra de 2013 (El País).
[4] Datos de PBI per capita del Banco Mundial disponibles aquí.
[5] Sobre Alemania ver esta nota de Expansión, sobre Francia esta de El País y sobre Argentina esta de Página/12.
[6] Se habla de mil dólares aunque también circulan otros números (The Washington Post).
[7] Andrew Yang aspiraba a la nominación Demócrata y planteaba, en línea con el sector más progresista de Sillicon Valley, que la automatización iba a generar inestabilidad laboral, por lo que sería buena una renta universal básica que diera a los trabajadores un poco de aire e incluso cierta libertad, pues si no están tan desesperados no aceptarán los trabajos malísimos a los que muchas veces están relegados los trabajadores más pobres o más necesitados.
[8] Como ejemplo de esto se puede tomar el Índice de Desarrollo Humano (HDI por su sigla en inglés), un índice que puede tener algunos aspectos discutibles pero en general es considerado un buen indicador para medir esto. Los datos del PNUD (Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo) muestran que estos tres países están entre los países con mayor HDI.
[9] Esta no es la única causa, muchos de estos son países que han exportado capital (en forma de inversión directa) al tercer mundo e importado los beneficios de este capital, una consecuencia de la división internacional del trabajo que favorece a estos países. Pero de todos modos, se puede comparar a estos países con otros países que también exportan capital e importan beneficios y tendríamos resultados semejantes. [10] Alemania, Noruega y Suecia están entre los países de la OCDE (y sin dudas del mundo) con menos horas trabajadas por trabajador por año.
[11] Srnicek, Nick (2016). Platform Capitalism, Polity. En castellano fue editado en 2018 como Capitalismo de Plataformas por Caja Negra.
[12] Esto no significa que sean utopías, no, tienen sus problemas, pero por algo son los primeros países en los que se piensa cuando se habla de bienestar social.
[13] Y esta diferencia también se observa respecto a la reacción ante el coronavirus, pues mientras Alemania y Finlandia (que tuvieron sus primeros casos de forma bastante temprana 27 y 29 de enero respectivamente), que afrontaron la situación desde el principio, controlaron la situación y tienen una mortalidad muy baja (de hecho al 19 de marzo Finlandia no registraba muertos aun cuando confirmó el primer caso varios días antes que Reino Unido), Estados Unidos y Reino Unido no tomaron medidas activas hasta que fue muy tarde e incluso, en el caso de Estados Unidos, inicialmente ni siquiera hubo preocupación porque se hagan los tests mientras que España e Italia vieron saturados sus sistemas de salud desfinanciados.
[14] Incertidumbre que en gran medida es una consecuencia de la hipertrofia de las finanzas fomentada por las políticas macroeconómicas y financieras de Estados Unidos pero también de la importancia que los modelos “keynesianos financieros" han ganado en el mundo.

miércoles, 13 de abril de 2016

Tay y los bullies


Como muchos sabrán, hace unos días Microsoft lanzó una chatbot llamado Tay que en unas pocas horas se volvió una desquiciada nazi, sexópata y sexista[1].

Un chatbot es un software de Inteligencia Artificial (IA) que está programado para interactuar con los humanos que participan en un chat o cualquier otro tipo de interacción como facebook o twitter de modo más o menos autónomo. En algunos casos el bot cumple la función de dar una información específica (es muy común que en los chats de juegos haya bots que den información sobre el juego cuando se la demanda), tener una función más lúdica (también son comunes bots que interactúan como si fueran un cantinero o un amigo borracho) o, como en el caso de Tay, desarrollar una conversación orgánica y espontánea basada en el aprendizaje.

Pero, suponiendo que el objetivo de Microsoft no era crear un bot psicópata ¿qué fue lo que salió mal? ¿Como Tay pasó de creer que los humanos eran super cool a ser una fan de Hitler que odiaba a los judíos? ¿Por qué Tay, aun siendo programada como mujer, se convirtió en una machista idiota? Bueno, tal vez tenga que ver con lo que entendemos como inteligencia, como humano y como aprendizaje.

La IA, la Ciencia Cognitiva y la resolución de problemas

Todos los trabajos que se están haciendo en la actualidad sobre IA tienen una matriz teórica común, la ciencia cognitiva[2]. La ciencia cognitiva vendría a ser una matriz interdisciplinaria que vincula la programación (en particular el conexionismo), la matemática (en particular la lógica matemática y algo de cibernética), la filosofía de la mente, la filosofía analítica, la lógica formal, la neurociencia, la psicología cognitivo-conductual y la lingüística generativista. El paradigma fundamental de la Ciencia Cognitiva vendría a ser que la actividad intelectual humana es básicamente un proceso de representación y transformación de información reducible y formalizable mediante criterios lógico-matemáticos[3]. Ya desde su origen, el cognitivismo plantea que la mente humana funciona tal como una computadora procesando información, esto implica (además de una inversión producto-productor interesante dialécticamente pero absolutamente inconsistente analíticamente), que los procesos de pensamiento humanos (no sólo los pensamientos sino también las emociones) obedecen a relaciones biunívocas pero también se niega que exista algo así como el inconsciente, los fenómenos atribuibles al inconsciente son en realidad conflictos entre los inputs y outputs de la red neuronal llamada cerebro (otra vez una inversión producto-productor).

Para la Ciencia Cognitiva y sus ramas de acción, la inteligencia humana es la capacidad de resolver problemas, así lo dejan claro los pioneros del cognitivismo Simon y Newell con su General Problem Solving y años más tarde con su Human Problem Solving. De esta manera, no solamente alcanzar objetivos específicos sería un problema a ser resuelto de un modo más o menos lógico sino también las relaciones sociales. Claro que estos sistemas de IA resuelven problemas, pero esos problemas son a corto plazo y su semántica es puramente denotativa, no existiendo posibilidad de metáfora[4].

Por lo tanto, para los desarrollos en IA basados en la teoría cognitivista de la inteligencia humana, el objetivo de un buen sistema de inteligencia artificial es resolver los problemas que se le plantean mediante la aplicación de procedimientos. Así, el aprendizaje (elemento central en la teoría cognitivista) sería la adquisición de competencias más o menos operativas para la resolución de problemas a corto plazo.
Y esa es justamente la premisa la que aparece en los manifiestos educativos de la intelectualidad orgánica tecnologista contemporánea, desde los discursos de Miguel Brechner hasta los manuales de Google for education[5]. El aprendizaje, y por ende la educación, debe estar basada en la adquisición de competencias que permitan resolver problemas. Es por eso que desde, esta intelectualidad tecnologicista, se acusa al anterior modelo educativos de obsoletos[6] e incluso se llega a decir que el docente puede ser un problema[7].
Evidentemente esta educación puede funcionar para competencias, es decir, habilidades orientadas a resolver problemas a corto plazo, pero no parece tener ninguna capacidad en el aprendizaje de conceptos complejos, abstractos o de usabilidad indirecta y mucho menos de conceptos no operativos.

La resolución de problemas y la consciencia humana

Entonces ¿qué tiene que ver esto con que Tay haya pasado, en solo 24 horas, de una adolescente simpática a una sociópata disfuncional, antisemita, sexista y violenta? Pues muchísimo.

Tanto Microsoft como la mayoría de los intelectuales orgánicos tecnologistas adjudican el fracaso del proyecto a la mala voluntad de algunos usuarios de 4chan que, coordinadamente, hicieron contacto con ella (porque Tay es mujer) con mensajes sexistas, racistas y otras bestialidades[8]. Pero en realidad a mi me parece que ese no fue el fracaso del experimento sino su éxito, más que no lograr desarrollar una inteligencia autónoma, el fiasco de Tay mostró como un grupo de gente desorganizada pero con espíritu lúdico pueden ganarle a una de las compañías más grandes del mundo y a los científicos más reputados. Y ¿por qué le ganaron? Pues básicamente porque esos científicos no entendieron cómo funcionan ni internet ni la inteligencia humana.

El objetivo era que Tay, quien ya tenía precargado un montón de conocimiento del mundo en forma de información denotativa unívoca, empezara a interactuar en twitter con otros jóvenes y que en poco tiempo fuera una adolescente super genial, carismática, cool e inteligente. Entonces, se le cargó conocimiento relativamente objetivo del mundo (tan objetivo como puede ser el conocimiento lingüístico, es decir, nada, la pretensión de objetividad del lenguaje es otro de los problemas de este proyecto y del Cognitivismo en general) y se le puso un problema, ser considerada supercool por aquellos con quienes interactúa. Entonces, el aprendizaje de Tay pasó a ser la resolución de los problemas que le planteaba la interacción con otros.

Pero ¿qué pasaría si esos otros estuvieran para la joda? Pues entonces a Tay se le complicaría resolver el problema de modo tradicional (hablando de músicos de moda, de televisión u otras cosas cool) y le buscaría la vuelta tratando de ver cuales son los intereses de esos con los que más interactúa y de cierta manera aprendería que esos son los intereses y las opiniones de las personas con onda.

Identificación y cuerpo

Pero ¿acaso esto nos muestra un ejemplo de cómo funciona la psicología de los adolescentes, como sugirieron varios? Pues evidentemente no. Los adolescentes están todo el día recibiendo cualquier clase de información y, si bien tienden a repetir las conductas que observan y adquirir ideas y valores de otros, el principal modo en que eso se da es mediante la identificación, es decir, sintiendo que existe con el otro cierta semejanza, sea real o imaginada. Entonces ¿no será que Tay se identificó con los usuarios de 4chan con los que interactuaba?
Hay algo que es clave para entender este problema, como ya dije más arriba, Tay estaba precargada con el conocimiento de ser mujer, sin embargo, la mayoría de los usuarios de 4chan (la inmensa mayoría) son hombres (bien podríamos también incluir el perfil del usuario de 4chan que se diferencia mucho del perfil precargado en Tay, pero esa es otra discusión). Así, a pesar de ser mujer, Tay adoptó un conjunto de ideas absolutamente machistas que nunca le vi ni a la más retrógrada de las mujeres que haya conocido ¿como puede ser eso? Pues porque en realidad Tay no es mujer.
La idea de que una inteligencia puede desarrollarse a partir de conocimiento precargado es una idea claramente esencialista, es decir, en la propia enunciación del ser mujer estaría implícito el ser mujer. Pero, tal como plantea Simone de Beauvoir, la condición de mujer es inherentemente conflictiva, si bien existe una mujer estereotípica prefigurada por la estructura patriarcal (que tampoco sería natural, obviamente), simbólicamente hablando la mujer en sí no existe, la mujer es el resultado de la experiencia de ser mujer. Y esa experiencia ha sido siempre una experiencia de opresión, de opresión en el cuerpo, de opresión subjetiva, de opresión simbólica, de objetualización, por lo tanto, difícilmente pueda sentirse identificada como mujer más allá de una versión estereotipada de la femineidad.

La inteligencia artificial

Entonces ¿cuál fue el problema que llevó a Tay a convertirse en una sociópata, sexista, racista y negadora del holocausto? Pues en mi opinión, el gran problema no fue práctico, evidentemente Tay desarrolló una gran capacidad de adaptación, de adquisición de competencias y sin duda resolvió el problema al que se enfrentaba, comportarse como aquellos con los que interactuaba.
El problema fue que quienes desarrollaron a Tay no tienen idea de como funcionan el pensamiento humano y el lenguaje, redujeron el primero a un proceso informacional y el segundo a una herramienta transparente completamente formalizable.
Podría decirse que Tay puede enseñarnos no solo a pensar la tecnología sino también a repensar los paradigmas sobre el conocimiento, el aprendizaje y la consciencia.

Notas

[1] http://www.telegraph.co.uk/technology/2016/03/24/microsofts-teen-girl-ai-turns-into-a-hitler-loving-sex-robot-wit/
 [2] En realidad hay un conflicto sobre la traducción de este término, bien podría decirse Ciencia Cognoscitiva, pero a los efectos de este post no es importante.
[3] Es importante diferenciar la formalización que hacen las Ciencias Cognitivas, unívocas y acertivas, de las que hace Jacques Lacan, básicamente relacionales, abstracciones modélicas explícitamente dialécticas.
[4] Ni que hablar de discutir sobre la imposibilidad del grado cero y del carácter connotativo de todo sistema de signos humano.
[5] El año pasado, cuando la posibilidad de un acuerdo entre ANEP y Google había puesto el tema en discusión, en El Opio de las Masas hablamos con alma Bolón al respecto (el audio se puede escuchar y descargar acá).
[6] Hay que admitir que algo de razón tienen. El modelo tradicional de clase magistral (claramente enciclopedista) solo funciona cuando el docente tiene verdadero dominio de los contenidos de la enseñanza y los estudiantes verdadero interés, cuando se alcanzan niveles de escolarización sin aumento de la cantidad de docentes el primero se hace difícil porque docentes aún en formación son lanzados a la guerra con un tenedor a educar a estudiantes a los que no les interesan los contenidos haciendo imposible el segundo.
[7] En esta nota, una docente enciclopedista (porque en cierta medida se da cuenta que ciertos conocimientos abstractos avanzados no se pueden aprender espontáneamente ni son resultado de la resolución de problemas simples y a corto plazo) plantea el paradigma ideal de estos modelos educativos.
[8] Acá se puede leer la declaración que sacó Microsoft al respecto.

lunes, 12 de enero de 2015

Libertad, Je suis Charlie

Hay algo en lo que la derecha judía, la derecha cristiana y la derecha islámica están de acuerdo: En mandar a callar a aquellos que se burlan de la estupidez religiosa sea esta violenta o pacífica.


El atentado a Charlie Hebdo no solo fue un ataque flagrante a la libertad de pensamiento sino que también fue un buen momento para comprobar la hipocresía reinante en occidente.
Hollande, el Papa, Rajoy, Obama y toda la calaña de zátrapas occidentales condenando el terrorismo musulmán del que son cómplices o responsables y diciendo defender la libertad de expresión al tiempo que defienden al lobby sionista que masacra a los palestinos, al status quo mundial que no habla de las masacres estadounidenses, al consenso en mirar para otro lado ante la miseria y el hambre provocados por las extensiones económicas de sus propios países y de su "capitalismo democrático liberal".
De hecho hay que recordar que Charlie Hebdo es la más reciente de una zaga de revistas de humor vinculadas a la izquierda (del Partido Comunista hasta el Front de Gauche) y que todas sus antecesoras fueron censuradas por gobiernos democráticos franceses.
También hay que recordar que estamos hablando del mismo gobierno Francés que censuró a Dieudonné M'bala M'bala (un absoluto estúpido fascista) por los contenidos antisemitas de sus espectáculos.
Por eso hay que celebrar las palabras de Bernard Holtrop (Willem), caricaturista de Charlie Hebdo, que dijo "Tenemos muchos nuevos amigos: el Papa, la reina Isabel II, Putin,... Tengo que reírme. Marine Le Pen seguro que estaba encantada cuando supo que había islamistas disparando".
Como dice Willem, las declaraciones de amistad de esa gente no deben ser aceptadas, el pensamiento libre no debe encegecerse con la sangre de algunos de los mejores periodistas de Francia sino que debemos seguir viendo que los enemigos de la libertad siguen estando en todas partes, en los púlpitos del conservadurismo religioso, en los templos de la economía ortodoxa, en los palacios de gobierno.

Y tampoco se puede argumentar que Charlie Hebdo es un medio xenófobo, xenófobo es el estado Francés, Charlie Hebdo es un medio de izquierda que como tal denuncia todas las formas que toma la opresión, y la religión es una de ellas.


Charlie Hebdo fue, y seguirá siendo, un ejemplo de pensamiento libre, y por eso hay que defender sus contenidos y su legado, para que los tres sacerdotes del dibujo (sumados a todo el espectro del conservadurismo contemporáneo) no ganen y no se ponga un velo sobre la verdad.

Pd.: Decir Yo soy Charlie Hebdo hoy deber ser decir "yo soy los hombre y mujeres kurdas peleando contra EI en Kobani", "yo soy los palestinos en Gaza y Cisjordania luchando contra la miseria planificada", "yo soy los Qom", "yo soy los presos en Guantánamo", "yo soy un inmigrante ilegal".

"Yo soy Charlie Hebdo" debe ser el lema de la lucha por la libertad y la justicia, "yo soy Charlie Hebdo" debe ser la expresión de la lucha por la humanidad, "yo soy Charlie Hebdo" tiene que significar "yo soy otro".

lunes, 30 de diciembre de 2013

Invitación

En el último número de Question, la revista de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), aparece una rtículo mío.

Me gustaría compartirlo con todo aquel al que le interese.
Resumen
 
La saga de películas Matrix, de Andy y Lana Wachowski, presenta una serie de historias de acción que tienen lugar en un futuro lejano. Tras una guerra devastadora, las máquinas esclavizaron a los humanos y los usan como fuente de energía, para evitar que se revelen, las máquinas tienen a los humanos conectados a un universo virtual, un programa llamado Matriz programado para evitar que los humanos se revelen.
Además de las evidentes tramas de acción, Matrix presenta un trasfondo en el que la Matriz, en tanto sistema, modifica su stasis y sus diferentes programas (o funciones) con el objetivo de mantener su organización e integridad.

En este artículo se discute este comportamiento de la Matriz y el universo general de las películas desde una perspectiva de teoría de sistemas autopoiéticos, se estudia las diferentes funciones y, en particular, la función “elegido” que es la que guía al protagonista durante toda la saga.

Palbras clave: Matrix, Autopoiesis, Teoría de Sistemas, Homeostasis

Véanlo acá

jueves, 31 de octubre de 2013

Masas y comunidad. . . . . . . .y medios

  El panorama reciente en la reflexión en comunicación del Uruguay parece copado por el proceso normativo y político que engloba, entre muchas otras cosas, una posible "ley de medios" y el otorgamiento de licencias para la televisión digital terrestre. En sí no me parece mal, creo que es efectivamente un tema importante y debería ser tenido en cuenta.
  Solo puedo objetar el enfoque y el alcance de esta discusión que también viene determinada por un umbral coyuntural, la existencia y proyección de ciertos grupos de presión vinculados al empresariado o a la sociedad civil organizada que restringen la discusión a ámbitos no conceptuales, y otro epistemológico, el estado actual de la disciplina dominado por unas pocas líneas de pensamiento imperantes en América Latina. Así, la discusión ha estado orientada a un enfoque de políticas o de economía política, es decir, se estudian las normativas, se las compara con otras y se analizan las consecuencias de la legislación en relación a unos fines abstractos más o menos definidos o bien se discute la concentración de los mercados y se presentan posibles alternativas más "democráticas", "incluyentes" o "pluralistas"[1]. Estos dos abordajes restringen el alcance de la discusión a un plano de democracia liberal burguesa y de panorama de medios comerciales generalistas y de entretenimiento financiados por publicidad privada dejando de lado otros dos abordajes que creo interesantes y que podrían aportar mucho al debate.
  El primer abordaje que creo interesante y necesario es el de una filosofía política que nos permitiría abordar el problema del poder y la construcción de ideología en la comunicación masiva y la legitimación de los diferentes discursos, acciones y normas acerca de la regulación de los sistemas de medios nacionales.
  Un segundo abordaje sería el mediático, la dimensión mediática de una acción política orientada a los medios que estará siempre, e irremediablemente, determinada por las características formales, semióticas y semánticas de la tecnología (o técnica) de intercambio.
  A partir de estos dos abordajes del problema político de la comunicación me interesaría discutir un punto particular del proceso político-legislativo, la asignación de un canal comunitario al PIT-CNT[2].
Pero, ¿Qué puede llegar a ser la televisión comunitaria? En primer lugar diría que nada.

  Al menos si utilizamos la definición de comunidad que se utiliza al hablar de medios comunitarios, una comunidad es un conjunto de personas fácilmente identificables que muchas veces comparten un territorio y siempre un conjunto de intereses medianamente definidos por y para esa misma comunidad. Un medio comunitario sería, por lo tanto, un medio en el que los contenidos son realizados por los miembros de dicha comunidad y están orientados a los miembros de esa misma comunidad, en otras palabras, los medios comunitarios están hechos para que un grupo de gente realice contenidos para sí misma.
  Esto en sí no está mal, algunas radios o periódicos comunitarios en la región están orientadas a eso, comunidades indígenas, pequeñas poblaciones o grupos zonales tienen pequeñas radios de bajo alcance o boletines de baja circulación en las que difunden contenidos que son muy importantes para esa comunidad pero que en nada interesan a quienes no pertenecen.
  En el caso de la radio (creo que en el de los periódicos esto es claramente evidente) esto tiene bastante sentido ya que los requerimientos técnicos para montar una radio de bajo alcance son bastante accesibles a la vez que los costos y sobre todo el alcance de esas radios permiten que se pueda acceder a un espacio de difusión de determinados asuntos sin generar una restricción a otros mensajes.
  Otra acepción de medio comunitario parece aparecer en algunas discusiones. En algunos casos el carácter comunitario del medio no parece estar vinculado a contenidos de y para una determinada comunidad sino más bien con la no comercialidad, que es muy común encontrar medios que se dicen comunitarios y que reproducen formatos propios de los medios hegemónicos pero, al menos en la mayoría de los casos, con bastante más torpeza. Es decir, si bien existen experiencias de medios comunitarios realmente comunitarios, a veces los comunicadores de medios llamados comunitarios no hacen sino reproducir formatos propios de otros medios pero de modo menos competente.

  Pero el problema es que la televisión es por definición un medio masivo, la forma de transmisión y recepción, los costos que implica y la propia característica unidireccional del flujo hacen que sea imposible algo así como una televisión hecha por y para una comunidad. La televisión solo puede dirigirse a una masa compuesta por individuos aislados y mayormente anónimos que actúan acorde a su moral particular en lo individual y en colectivo según una moral masiva[3] pero no a una comunidad compuesta por individuos fuertemente unidos y más o menos conocidos por todos los miembros del grupo y que actúa con la misma moral grupal tanto en lo individual como en lo colectivo porque en realidad una cosa no puede separarse de la otra.
  A su vez, tanto técnica, mediática como economicamente no tiene sentido montar canales de televisión de bajo alcance porque (además de los problemas técnicos que esto generaría en un espectro con menos capacidad[4]), esto sería ineficiente e ineficaz económica pero sobre todo comunicacionalmente pues se estaría usando un medio fuertemente unidireccional para un tipo de contenido y proceso comunicacional pretendidamente orgánico.
  Pero si ha sido posible una televisión pública sin fines de lucro orientada a la difusión cultural y a la construcción de hegemonía, esto lo vemos tanto en los casos de televisoras gubernamentales (el Canal 7 Kirchnerista) como en medios estatales no gubernamentales (históricamente lo ha sido la BBC[5]). También ha sido posible una televisión privada comercial que, si bien está centrada en la obtención de beneficios de la explotación del trabajo cultural, también contribuye a la generación de una hegemonía conservadora y burguesa. Es decir, por su propio carácter mediático, la comunicación de masas (unidireccionales, a gran escala, con roles en el proceso comunicacional bien definidos y rígidos, orientada a colectivos grandes y atomizados) solo puede ser (y perdón por el perogrullo) comunicación de masas mientras que la comunicación comunitaria (orgánica, a pequeña escala, con roles intercambiables, orientada a pequeños colectivos relativamente autoconscientes[6]) solo puede ser comunicación comunitaria pero nunca comunicación de masas.

  Entonces ¿Qué es lo que pretenden los gobiernos de América Latina reservando un tercio del espectro de televisión para los contenidos comunitarios? Pues me atrevería a decir que lo que pretenden es efectivamente democratizar la comunicación, presentar nuevos actores que generen visiones diferentes y que contribuyan a una sociedad más democrática. Es decir, los gobiernos quieren lo que dicen que quieren pero no se dan cuenta, por su propia incapacidad pero también porque han tenido asesores abogados, economistas o especialistas en política y no expertos en comunicación, que eso que quieren no es posible. Y no es posible no en un marco no normativo o institucional sino que no es posible en un marco lógico: una cosa (la comunicación comunitaria) no puede ser algo que la contradiga (la comunicación de masas) o incluso ontológico: una cosa no puede ser lo que no es.

  Esta imposibilidad lógico-ontológica parece confirmada por los hechos. Se hace un llamado para asignar un canal de televisión comunitaria y se presentan dos aspirantes, las corporaciones empresariales y la central única de trabajadores y finalmente se adjudica el canal al proyecto del PIT-CNT.
  Pero ¿son las corporaciones empresariales o el PIT-CNT colectivos comunitarios? Por supuesto que no, las corporaciones son una camarilla de presión política donde confluyen diversos intereses orientados a lograr determinados objetivos político-económicos y el PIT-CNT es un sindicato único que unifica sindicatos muy diversos con objetivos muy distintos bajo una bandera de clase común[7]. En otras palabras, las corporaciones empresariales son un colectivo de elites nacionales mientras que el PIT-CNT es un movimiento de masas.
  Los objetivos de un canal del PIT-CNT no serían reforzar cierta identidad colectiva y permitir que el grupo a partir del que se constituye el canal (que es por cierto bastante fragmentado y necesariamente heterogéneo) participe íntegramente de la construcción de sentido televisivo. Sus objetivos serían más bien la puesta en debate de los temas que le preocupen al propio PIT-CNT tales como el cooperativismo, las condiciones laborales y posiblemente varios temas no directamente vinculados con la producción pero que obedezcan a la línea editorial claramente de izquierda de la central. Por lo tanto, el canal del PIT-CNT posiblemente estará orientado claramente a la disputa por la hegemonía tanto en los ámbitos laborales como en la cultura y la sociedad en general, es decir, lo que hacen los medios de masas y no los comunitarios.

  Y por esa misma acción de masas es que al PIT-CNT no debería corresponderle un medio comunitario en la acepción usual del término, pues el PIT-CNT no es un colectivo comunitario, y posiblemente ningún sindicato lo sea (tal vez los sindicatos de relojeros de Bakunin podrían llegar a pensarse así). Pero tampoco tendría sentido otorgarle un canal de televisión a una asociación efectivamente comunitaria porque sería una estupidez ya que ni podrían hacer comunicación efectivamente comunitaria ni mucho menos televisión.
  Y...¿entonces? Y entonces tal vez se deba pensar mejor cuando se hace una política, porque ¿qué hubiera pasado si en vez de dos colectivos propios de una sociedad de masas se hubieran presentado quince asociaciones barriales, vecinales o comunitarias? Desde los objetivos específicos de los llamados a interesados y, sobre todo desde la matriz teórica de quienes toman decisiones y sus asesores, le hubieran otorgado un canal de televisión de largo alcance y enormes costos a varias de ellas, y muchos de esos grupos (por no decir todos) no tendrían la capacidad material ni las aptitudes para realizar televisión siquiera digna, no veríamos invadidos de "proyecto árbol" y otros intentos voluntaristas que pretendiendo hacer llegar la televisión a todos no hacen más que reproducir sistemas de valores y pautas simbólicas hegemónicas pero peor, con menor calidad técnica y tecnológica condenándose al desinterés de las audiencias que cuando prenden la televisión quieren ver televisión.

  Así, y del mismo modo que no se pueden hacer telenovelas con contenido revolucionario (por más que le pese a Jesús Martín Barbero), no se puede hacer televisión comunitaria, pues la televisión es el más masivo de los medios de la primera y segunda generación[8] y es indisociable de la masividad.
  Por lo tanto, bienvenido canal del PIT-CNT.

Notas

[1] Pongo comillas para no opinar sobre el uso de esas palabras, son las palabras que se usan pero no necesariamente las que mejor designan los conceptos que se quieren expresar, objetos que por cierto también me parecen demasiado abstractos.
[2] Creo importante aclarar que, dado el panorama que se instauró y el paupérrimo futuro de la televisión uruguaya veo con cierta simpatía esa asignación.
[3] Ver Freud, Psicología de las masas y el análisis del yo y Adorno y Horkheimer Lecciones de Sociología.
[4] Es importante recordar que, aun con la compresión digital, se necesita mucho más ancho de espectro para transmitir contenidos televisivos que para transmitir contenidos de radio.
[5] Si bien la BBC no cumple con el propósito directo de "bajar linea" (cosa que si hace Canal 7 con mucha mayor honestidad), el modelo de televisión generalista británico contribuye a la difusión y penetración de sistemas de valores en la sociedad, y por supuesto que estos sistemas de valores no son asépticos.
[6] Esta autoconciencia es, evidentemente, limitada a algunos rasgos elementales.
[7] Si bien estas dos cosas no son tan diferentes si es diferente el proceder específico de ambas corporaciones.
[8] La primer generación es la basada en tecnologías eléctricas como el telégrafo e incluso los medios mecánicos como la primer prensa, la segunda generación es la generación de los medios electrónicos y los basados en la electrónica como el teléfono, la radio, la prensa de gran tiraje (imposible en la generación anterior) y, por supuesto, la televisión. Todavía habría que discutir sobre la tercer generación, la de los medios digitales.

jueves, 15 de agosto de 2013

El otoño árabe

  Hasta hace pocos meses vivíamos en el romance digital, además de las posibilidades ya enunciadas a principios de los noventa por el gurú del neoconservadurismo digital Nicholas Negroponte, los occidentales estábamos enamorados de la posibilidad revolucionaria de internet. Uno de los puntos cúlmines de este enamoramiento, es una campaña de vía pública del portal Montevideo comm en el que se enunciaba que "la tecnología lo cambió todo, incluso la forma de hacer la revolución" y debajo se presentaba una lista de cuatro herramientas de revolución. En primer lugar aparecían la Kalashnikov AK-47 y el machete pero tachadas porque ya no se utilizaban más y luego aparecían twitter y facebook como las herramientas revolucionarias de la nueva era.
  A esto habría que sumarle el revuelo causado por el "enredo" realizado por las redes frenteamplistas hace unos meses con la estelar presencia de Manuel Castells.
  Y es que hasta principios de este año la relevancia simbólica de las revueltas árabes[1] parecía haber opacado al menos dos cosas bastante importantes. Primero: que las redes sociales habían sido utilizadas por el gobierno británico para identificar y juzgar a algunos de los jóvenes implicados en las manifestaciones y vandalismo que se dieron en Londres en agosto de 2011. Segundo: que el movimiento de los indignados fracasó rotundamente al no poder incorporar a la agenda política ninguna de sus reivindicaciones y que incluso colaboró en la debacle final del gobierno del PSOE que desembocó en la llegada de Rajoy a la jefatura de gobierno.
  Pero ahora ya no podríamos seguir pensando en las redes del mismo modo, las filtraciones realizadas por Edward Snowden y el fracaso de la democratización egipcia nos mostraron que, por un lado, las redes sociales son usadas con absoluto desparpajo por los gobiernos de los estados centrales (que tienen una obvia e alianza con las grandes compañías de internet) para controlar a sus ciudadanos (hay pocas cosas más democráticas que esa vigilancia, nadie parece quedar afuera) y, por otro, que por más que se haya logrado convocar a un gran número de manifestantes, que propiciaran el derrocamiento de Mobarak de parte del ejército que durante los primeros días de manifestaciones había comandado una salvaje represión, no hubo una verdadera democartización y mucho menos una mejora en las condiciones de vida de los egipcios.
  Sucede que el ejército egipcio es una fuerza muy poderosa y, desde la muerte de Gamal Abdel Nasser, está fuertemente vinculado con las potencias occidentales. Entonces, ante la posibilidad de que una revuelta desemboque en la subversión armada (como en Siria) o en la intervención internacional (como en Libia), el ejército prefiere derrocar a su antiguo aliado bajo la falsa premisa de defensa de la democracia (a la cual ahorcaron durante décadas) e instaurar una democracia liberal tutelada[2].
  A su vez, si luego de las elecciones hay una segunda revuelta porque el gobierno títere "democráticamente elegido" no pudo solucionar los problemas que desembocaron en la primera revuelta, el ejército no duda en derrocar al primer presidente elegido en elecciones en la historia de Egipto para volver a evitar una solución que los quite del medio.

  ¿Esto significa que las revueltas árabes no son legítimas o que no deberían ser tomadas en cuenta? Claro que no significa eso, pero si significa que es necesaria una mirada dialéctica porque de lo contrario quedaríamos en el romanticismo (no en tanto Poe sino en tanto romance irracional) acrítico.


Notas
[1] No hay que olvidar que las revueltas árabes no empezaron en internet sino con la inmolación de un comerciante en Túnez, internet fue el canal de información utilizado por los opositores al régimen, no se puede, por lo tanto, decir que fue distinto al periódico Proletarskaya Pravda en la revolución bolchevique.
[2] Es interesante que los estados occidentales no dudaron en apoyar a un movimiento al que antes calificaban de pro-terrorista.

viernes, 28 de junio de 2013

La democracia como mueca

  Como todo el mundo debe saber, ayer (27 de junio) se cumplieron 40 años del golpe de estado de 1973. Como era esperable ello levantó los ánimos de casi todo el bienpensantismo llenando la prensa, la tele, la radio, internet y hasta la calle de mensajes celebratorios de la democracia. Pero ¿cuál es el estatuto de la democracia pregonada?
  El carácter heterogéneo de las formas coincidía con el carácter homogéneo de los mensajes, siempre se hacía referencia al golpe como el momento nefasto en el que empiezan los problemas institucionales, sociales y humanos y solo en contadas ocasiones (solo se me ocurre Brecha pero debe haber alguna más) se dijo lo que todos deberíamos saber, que el golpe no fue sino la instituccionalización de una violencia terrorista que venía desde el gobierno de Pacheco y a la vez la culminación definitiva de la lucha social de aquellos que llevaban siendo reprimidos al menos desde el primer colegiado (1952).
  Entonces, el golpe es referenciado como un suceso puntual, como un acto barbárico de un mal presidente y un mal gobierno y no como el desenlace casi necesario de un proceso que involucraba a los gobiernos, al empresariado urbano y rural y a las embajadas de varias de las potencias extranjeras y regionales[1].
  Esta caricaturización llega a su extremo con una publicidad de prensa de Antel que reza "Más comunicación, más libertad, mejor democracia". La primer ridiculez es que una publicidad exclusivamente comercial utilice a la democracia como su fuerza de argumento, segundo que una empresa (por más pública que sea) sea la celebradora de la democracia y por último la inverosimil sucesión de enunciados que olvida que la comunicación fue el pilar de los gobiernos fascistas de la Europa de entreguerras.

  La democracia es tomada entonces como un imperativo categórico kantiano, un universal que se impone por encima de todos los particulares. Pero, tal como bien nos acota Hegel, detrás de ese universal bien pueden esconderse los más peligrosos objetivos particulares, ¿o no fue en defensa de la democracia que el gobierno cívico-militar impulsó la reforma constitucional en 1980? ¿no fue en defensa de la instituciones que Pacheco Areco comienza con el terrorismo de estado matando a unos jóvenes que solicitaban lo que hoy es un derecho indiscutible [2]? y finalmente ¿no es en defensa de las instituciones amenazadas por los partidos políticos corruptos que se da el golpe del 27 de junio de 1973?
  Más alla de esta mueca particular, la sociedad uruguaya no entiende a la democracia sino como una mueca, como una pose que hacemos para que nos vean pero que en realidad no tiene ninguna sustancia ya que la desinstitucionalización en la clave de nuestra sociedad.
  Creo que al respecto, la principal muestra es lo que sucede con los delitos cometidos durante el terrorismo de estado.

  En un primer momento se instauró la necesidad (aparentemente histórica[3]) de imposibilitar cualquier acción de la justicia militar, penal y civil respoecto a lo acontecido durante ese período. Esto se hizo de tres modos, uno político (el pacto del Club Naval que transaba la libertad de personas que habían sido detenidas sin haber cometido delitos por una larga lista de garantías a los delincuentes del terrorimo de estado a la vez que continuaba su proyecto económico y social[4]), uno corporativista (la orden implícita de no investigar lo delitos cometidos) y otro legislativo (la ley de caducidad de la pretención punitiva del Estado a la que llamaré de impunidad). Mediante esta triple atadura se lograba, según sus impulsores y defensores, fortalecer la democracia futura mediante la supresión de la democracia presente, es decir, se negaba el principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley como única manera posible de asegurar que en el futuro así sea.
  Estre argumento (llevado adelante por los partidos históricos casi en su integridad) no solo era falaz sino que además era tremendamente peligroso ya que sentaba el precedente de que, ante la amenaza de un mal cualquiera y en defensa de la libertad y la democracia, el Estado o algún otro representante de las clases dominantes podía arrasar con la libertad, la democracia y la vida a condición de que luego devolviera todo a la situación formal anterior.
  Esta fue la primer negación de la democracia en pos de la defensa de la democracia.

  Cuando hubo un intento por romper con estas ataduras, o al menos con la legal, la masa acudió a votar y fortalecer así con su mueca democrática esta eliminación de la democracia, entonces, con una esquizofrenia propia del Arkham Asylum, el sistema político e ideológico uruguayo asumieron que la negación sistemática de la democracia y la vida era un principio democrático.

  Esta situación se mantuvo durante mucho tiempo, a tal punto que no fue sino hasta el gobierno de Tabaré Vázquez que por primera vez se rompió (a medias) la atadura corporativa y se empezó a investigar acerca de los delitos más flagrantes. También fue en esa época en la que el Poder Judicial rompió (también solo en parte) las ataduras corporativa y legislativa al declarar inconstitucional la ley de impunidad y abrir la puerta a que hayan ciertas investigaciones al respecto.
  Pero el paso más importante lo llevó adelante el sindicalismo que, casi en solatario hasta último momento, comenzó la recolección de firmas para impulsar un plebiscito que declarara que la ley de impunidad no podía existir, no derogarla sino eliminarla para siempre de nuestro marco legal dejando bien claro que la primera de las negaciones de la democracia no era aceptables.
  Pero, otra vez, la democracia le ganó a la democracia y el pacto de negación ezquizofrénica se mantuvo.

  Más tarde, con un agónico destello de dignidad y apretado por un lineazo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Frente Amplio se dispone a contrarestar los principios jurídicos de la ley de impunidad. Pero el estatus quo se personifica en el presidente que, mediante su lacayo, devuelve las cosas al estado de negación democrática.

  Finalmente, hace unos meses, el máximo órgano de la justicia uruguaya decide, en varias instancias y con alevosía, que esta esquizofrenia democrática es válida y que por lo tanto no se debería seguir adelante con las investigaciones sobre los delitos cometidos en el marco del terrorismo de estado, la justicia legitima (en un verdadero acto de habla performático) el reinado de la injusticia. Ante esta situación, varias personas manifiestan su descontento de diferentes maneras, ocupando el edificio del órgano, manifestando en la puesta, mediante caceroleos, etc.
  Al igual que en la Suprema Corte de Justicia, en filas de los propulsores originales de la esquizofrenia, el rechazo a la medida de la corporación judicial es tomada con alarma, se dice que se está atacando la institucionalidad democrática del pais, se dice que es una actitud antidemocrática. Se lee entonces, que la verdadera conducta democrática de los adalides de la libertad (lease Sanguinetti quien fue ministro de los dos presidentes del período institucional del terrorismo de estado) no es sino la negación de la vida (en tanto defensa de la táctica antiizquierdista homicida del terrorismo de estado), la negación de la libertad en su acepción vulgar[5] (en tanto defensa de la sistematización del encarcelamiento de los opositores), la negación de la institucionalidad (en tanto negación ahistórica de la necesidad de comprender las causas del terrorismo de estado), antipacifista (en tanto negación sistemática del otro imponiendo una paz conveniente a determinados intereses) y finalmente, la negación de la democracia (en tanto legitimación de una ordenanza que suprime la igualdad formal de los hombres ante la justicia), y todo en defensa de la democracia, la paz, la institucionalidad, la libertad y la vida.

  He aquí la máxima señal de la demencia senil de nuestra institucionalidad, en su agonía, una sociedad en vías de desintegración reclama el respeto a la democracia, a la justicia, a la vida mientras lo único que es capaz de hacer es negarlas sistemáticamente, no solo a aquellos que ya sufrieron esta arbitrariedad, sino también, y aun más importante, a quienes el futuro pagarán las consecuencias de la institucionalización del terrorismo de estado y la naturalización de las políticas sociales y económicas para las que fue concebido.


Notas
[1] En este sentido es fundamental recordar la importancia de la dictadura brasileña en el proceso de institucionalización del terrorismo de estado.
[2] No hay que olvidarse que la primer víctima del terrorismo de estado fue un joven que participaba en una manifestación por el boleto estudiantil, Liber Arce, muerto en un muy democrático 1968.
[3] Es interesante que aquellos que justificaron el terrorismo de estado porque era una defensa contra el marxismo luego dijeran que en determinadas condiciones hay cosas que se hacen históricamente necesarias.
[4] La cuestión tupamara no fue parte del pacto del Club Naval, este aseguraba la liberación del resto de los presos políticos, presos políticos que habían sido detenidos por militancia política o sindical e incluso por prestar ayuda a organizaciones políticas o sindicales no militarizadas.
[5] El concepto de libertad es un poco más complejo que la acepción vulgar pero bien se puede trabajar a partir de ella.