lunes, 16 de marzo de 2009

Schütz, Lyotard y Tarkovskii

Sobre la fenomenología del espíritu, la paralogía y el espiritualismo panteísta

Me miro al espejo y creo verme, supongo que ese soy Yo y que Yo es el mismo que era Yo ayer, salgo a la calle y creo ver lo mismo que vi ayer, pero bien sabe Funes que eso no es así.
Cada gato, cada perro, cada árbol no es uno, ni dos, ni siquiera tres como pensaría Peirce. Cada vez que me baño en el río me estoy bañando en otro río, eso es verdad, pero además ese río en el que me baño en un momento dado1 tampoco es uno, mi mirada lo hace uno pero otra mirada lo hace múltiple2 y ninguna mirada, lo niega.

He ahí el valor de la fenomenología, solo a partir de una discursividad posmetafísica fuerte podemos llegar a ponernos de acuerdo en un marco de desacuerdo, es decir: solo aceptando que la realidad es un constructo social o individual pero siempre subjetivo podemos llegar a convivir aceptando al otro tal cual es y no pretendiendo imponerle nuestros valores conceptuales (nuestra lengua, nuestro ideolecto, nuestra ética) para llevar a cabo la interacción. Pero ojo, esto no significa la muerte de la agonística, muy por el contrario, se aceptan nuestras irreductibles diferencias con El Otro (inabarcable en sí mismo)como elemento fundador de su existencia ontológica pero con el horizonte de la supresión de estas para llegar finalmente más allá de ese constructo (en este caso individual) al que llamamos yo y finalmente aceptar nuestra identidad única en un marco de esencialidad panteísta.

1 Que se pueda definir un momento en particular en una hipótesis arriesgada pero la tomaremos como metáfora
2Ontológicamente solo existen tres categorías numéricas, la nada (el cero, que es distinto de la negación), la unicidad (el uno) y la multiplicidad (lo infinito), por fuera de esto estamos en un campo de convencionalidad donde cada número es una construcción social sin motivación alguna.

2 comentarios:

  1. el hecho de la individualidad y la experiencia previa y prejuicios construyen nuestra mirada hacia las cosas y x eso nunca una cosa es la misma para otro, esto solo se da en la forma de diferencias q sirve para categorizar y diferenciar, nose creo q la identidad es una mezcla d esa categorizacion diferencial mezclada con la experiencia constructiva hecha x cada uno.
    no se si se entiende lo k digo creo q entrevere todo jaja
    saluu

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  2. Esto me recuerda una acalorada discusión con el señor Gonzalo Paolillo por 18 de julio.

    Me alegra que no anule la lucha en pos de un zoologíco de recipientes de individualidades discretas. No se como se lograría ya que cada hombre al realizarse realiza lo que cree debería ser más correcto en otros hombre y por ende profetiza la necesidad de expander su yo hacía los demás.

    Por suerte lo último, sino la historia sería muy aburrida como viene siendo desde los 80

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Por favor, un poco de sensatez